Preparando el camino

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(Lee al final el estudio contextual resumido de este devocional. Esperamos sea de bendición)

«En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea,y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, Enderezad sus sendas» (Mateo 3:1-3)

Cuando daba clases en la escuela de música, recuerdo que por regla general, los niños que iniciaban debían primeramente ser adiestrados en la flauta dulce, por ser el instrumento más sencillo, que les proporcionaría la base rítmica y armónica para aprender las notas musicales elementales. Esas clases les preparaban el camino para que luego pudieran elegir instrumentos más complicados como la guitarra y el violín.

Este simple pero significativo acto de aprendizaje, de preparar el camino de los niños para nuevos escenarios, me pareció similar al acto realizado por Juan Bautista al preparar el camino de Jesús predicando en el desierto de Judea su venida. Fue una preparación más que física, espiritual en la que dio cuenta de los maravillosos acontecimientos que serían fruto de esa llegada y me hizo ser consciente de que nosotros también podemos, en ese sentido, preparar el camino a los que nos rodean para que conozcan de Dios.

Nuestra realidad es diferente a la de Juan el Bautista, pero sin embargo, requiere de la misma motivación que él tuvo, honrar al Señor, con su ejemplo acercando a Él a todos los que encontraba en su camino. Bien sea en la familia, con nuestro vecinos, compañeros de trabajo, siempre podremos reflejar la imagen de Cristo en nuestras acciones. Con nuestro amor, amabilidad e integridad podemos demostrar la obra que El Señor ha hecho en nosotros y dar cuenta de la base de nuestra fe en Él.

Recordemos que nuestras acciones reflejan la historia de la obra del Señor en nuestra vida y que esa historia será la herramienta más poderosa para animar a otros a que abran su corazón a Dios. ¡Haz que quienes te rodean sepan que tú eres la prueba de que Él vive y reina en tu corazón!

Palabra diaria: Señor, ayúdame a conducirme de manera que mis acciones reflejen la historia de Tu obra en mi vida. Guíame a ser ejemplo para preparar el camino de otros hacia tu palabra, de forma que se acerquen a Tí y crean también en Tu amor, poder y misericordia.

Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Pasaje:
Mateo 3:1-3
Tema del Capítulo – Mateo 3:

En Mateo 3 vemos que Juan el Bautista desarrolló su ministerio predicando en el desierto de Judea. Comienza a predicar sobre el Reino de Dios y llama al pueblo al bautismo de arrepentimiento. Además, anuncia que alguien más grande que él vendría, juzgaría y limpiaría toda la impureza de la tierra.

Juan el Bautista invita a todos sus oyentes al arrepentimiento. Les advirtió sobre la farsa de la religiosidad sin compromiso verdadero y les animó a dar frutos sinceros de arrepentimiento.

Durante una de sus ministraciones y bautismos, Juan el Bautista fue sorprendido por la presencia de Jesucristo. Se quedó perplejo al saber que el Señor quería ser bautizado por él. Después de muchas reticencias, Juan comprende que esa es la voluntad de Dios y procede a bautizar a Jesús.

La confirmación del acto tiene lugar con el descenso del Espíritu Santo sobre el Señor y la voz del cielo que dijo: «Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.» (Mateo 3:17).

Esbozo de Mateo 3:

3.1 – 6: El ministerio de Juan el Bautista

3:7 – 12: La predicación de Juan el Bautista

3:13-17: El bautismo de Jesús

Comentario Bíblico:
Mateo 3:1-3

El cambio del pensamiento produce un cambio de camino. Este es el arrepentimiento del evangelio, el cual se produce al ver a Cristo, al captar su amor, y de la esperanza de perdón por medio de Él. Es un gran estímulo para que nosotros nos arrepintamos; arrepentíos, porque vuestros pecados serán perdonados si os arrepentís. Volveos a Dios por el camino del deber, y Él, por medio de Cristo, se volverá a vosotros por el camino de la misericordia. Ahora es tan necesario que nos arrepintamos y nos humillemos para preparar el camino del Señor, como lo era entonces. Hay mucho que hacer para abrir camino para Cristo en un alma, y nada más necesario que el descubrimiento del pecado, y la convicción de que no podemos ser salvados por nuestra propia justicia. El camino del pecado y de Satanás es un camino retorcido, pero para preparar un camino para Cristo es necesario enderezar las sendas, Hebreos xii, 13. Quienes tienen por actividad llamar a los demás a lamentar el pecado y a mortificarlo, deben llevar una vida seria, una vida de abnegación y desprecio del mundo. Dando a los demás este ejemplo, Juan preparó el camino para Cristo.

Referencias Cruzadas:

Lucas 1:76 – Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado; Porque irás delante de la presencia del Señor, para preparar sus caminos;

Isaías 57:14-15 – Y dirá: Allanad, allanad; barred el camino, quitad los tropiezos del camino de mi pueblo. Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.

Lucas 1:17 – E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.

Juan 1:23 – Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías.

Tema Principal:

Arrepentimiento verdadero para seguir los caminos del Señor.

Versículos Temáticos:

Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
2 Crónicas 7:14

Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio.
Hechos 3:19

Porque Jehová vuestro Dios es clemente y misericordioso, y no apartará de vosotros su rostro, si vosotros os volviereis a él.
2 Crónicas 30:9b

Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos,
y convertíos a Jehová vuestro Dios;
porque misericordioso es y clemente,
tardo para la ira y grande en misericordia,
y que se duele del castigo.
Joel 2:13

Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.
Apocalipsis 3:19

Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
Lucas 15:7

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