17 de Abril: Somos de Dios

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(Lee al final el estudio contextual resumido de este devocional. Esperamos sea de bendición)

Palabra:

Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. (1 Corintios 6:20)

Oración:

Señor, que reconozca en cada paso que dé, que te pertenezco y que me has comprado al precio de La preciosa Sangre de Cristo y por ello debo caminar rendido a Ti y a Tu voluntad glorificándote y siendo digno de ese grandioso y eterno sacrificio hecho desde Tu inmenso e inagotable amor para nuestra salvación.

Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen del Capítulo – 1 Corintios 6

En 1 Corintios 6, Pablo instruye a los corintios para que dejen de llevar sus disputas personales a los tribunales paganos. Los corintios llevaban sus disputas a los tribunales romanos y, en consecuencia, exponían el cristianismo al ridículo al contender en público. Su incapacidad para resolver sus rencillas personales ilustraba las divisiones exacerbadas en la iglesia (1 Cor. 1:10-17). El apóstol quería aclarar a los corintios varias ideas importantes: las peleas públicas eran una vergüenza para una congregación cristiana (v. 1); las disputas personales debían resolverse dentro de la iglesia (1 Cor. 6:2-6); el hecho de que existieran peleas indica una derrota espiritual (1 Cor. 6:7,8), y todas las injusticias, como las peleas, debían haberse superado cuando los corintios se hicieron cristianos (1 Cor. 6:9-11).

Luego da una lista detallada de las personas que no heredarán el reino de Dios. Por eso, advierte que no debemos hacer todo lo que queramos, sino que nuestras actitudes deben estar guiadas por la Palabra de Dios.

Esbozo de 1 Corintios 6:

6.1 – 6: Cómo resolver los problemas entre hermanos

6:7 – 10: Los que no heredarán el reino de Dios

6:11 – 17: Todo está permitido, pero no todo es conveniente.

6:18 – 20: Debemos evitar la inmoralidad sexual

Comentario Bíblico – 1 Corintios 6:20

El cuerpo es para el Señor; debe ser instrumento de justicia para santidad, por tanto, no debe ser instrumento de pecado. Honra para el cuerpo es que Jesucristo fuera levantado de entre los muertos; y será honra para nuestros cuerpos que sean resucitados. La esperanza de la resurrección en gloria debe guardar a los cristianos de deshonrar sus cuerpos con lujurias carnales. Si el alma se une a Cristo por fe, todo el hombre es hecho miembro de su cuerpo espiritual. Otros vicios pueden derrotarse con lucha ; pero contra el que aquí se nos advierte, sólo es con huida. Enormes multitudes son cortadas por estos vicios en sus formas y consecuencias variadas. Sus efectos no sólo caen directamente sobre el cuerpo, sino con frecuencia en la mente. Nuestros cuerpos fueron redimidos de la merecida condenación y de la mísera esclavitud por el sacrificio expiatorio de Cristo. Tenemos que ser limpios, como vasos dignos para el uso de nuestro Maestro. Estando unidos a Cristo como un solo espíritu, y comprados a precio de indecible valor, el creyente debe considerarse como totalmente del Señor, por los lazos más fuertes. Que glorificar a Dios sea nuestra actividad hasta el último día y hora de nuestra vida, con nuestros cuerpos y con nuestros espíritus, que son de Él.