11 de Febrero: Nunca olvidado

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(Lee al final el estudio contextual resumido de este devocional. Esperamos sea de bendición)

Palabra:

 Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?  (Marcos 4:40)

Al caminar con el Señor pueden existir situaciones en las que sintamos, que su respuesta está durando demasiado, o que no contamos con su ayuda justo cuando pensábamos que lo requeríamos. Tenemos la errada sensación de haber sido abandonados.

Las escrituras de hoy son un ejemplo de ello. Mientras Jesús y sus discípulos, cruzaban en un pequeño barco el mar de Galilea, una inesperada tormenta los atrapó y puso en peligro la vida del grupo. Jesús dormía y aquellos hombres, en medio del pánico, lo despertaron diciendo: “Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?” A pesar de la aparente indiferencia de Jesús en el momento de arreciar la tormenta, su respuesta final fue reprender la fuerza del viento y el mar y traer nuevamente la calma. Fue una prueba de fe que sus discípulos fallaron en superar.

A veces, como aquellos discípulos, podemos tener la sensación de que en un momento dado El Señor ha obviado nuestra realidad. Podemos sentir que sus respuestas han demorado. Sin embargo, en ese instante olvidamos que el cuidado de Dios por nosotros va mucho más allá de lo que podemos, concebir, medir o ver.

El Señor, nunca nos dará cargas que no podamos soportar. No obstante, sus pruebas serán el medio por el que fortaleceremos nuestro carácter y nuestra fe.

A pesar de que la realidad en cierto momento puedo golpearnos con la idea de que nos encontramos solos, recordemos siempre esa gran verdad que se nos otorga a través de la palabra: dejar en manos de Dios todas nuestras cargas, porque Él con su guía incondicional vela siempre por nosotros “echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” (1 Pedro 5:7)

Oración:

Señor, Cuando me sienta sólo, hazme consciente para recordar que Tu cuidado por mí, va más allá de lo que puedo concebir. Fortalece mi fe, sabiendo que la verdadera realidad es que ante cualquier circunstancia, Tu guía nunca me abandona. Amén.

Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Pasaje:
Marcos 4:40
Tema del Capítulo – Marcos 4:

En Marcos 4, Jesús comienza contando la parábola del sembrador. Es una enseñanza poderosa y expone los principios espirituales de la predicación del Evangelio.

La semilla y el sembrador son lo mismo y la prosperidad de cada semilla está directamente relacionada con la tierra en la que se siembra. Jesús aclara a sus discípulos que no hay nada que esté oculto que no sea revelado un día, es decir, que el Dios de la justicia aclarará todas las cosas.

Por último, Jesús compara el Reino de Dios con una semilla. Declara que crecerá y dará frutos y que muchos vendrán de todas partes a refugiarse bajo su sombra.

El capítulo termina diciendo que todo lo que Cristo enseñaba era a través de parábolas, lo hacía para que la gente pudiera entenderlo.

La selección de parábolas de Marcos va seguida de una serie de milagros, lo que indica que lo que Jesús confirmó su enseñanza con el poder de Dios.

Ambos se refieren a la presencia del gobierno soberano de Dios en Jesús.

Con sólo tres excepciones, Marcos situó todos los milagros que registró antes de Marcos 8.27.

Esto fue para resaltar el hecho de que Jesús no les diría a sus discípulos sobre su próxima muerte y resurrección hasta que ellos lo reconocieran abiertamente como el Mesías de Dios.

Esta sección contiene cuatro milagros que muestran claramente la autoridad soberana de Jesús sobre diversos poderes hostiles:

1. una tormenta en el mar (Marcos 4:35-41);
2. Posesión demoníaca (Marcos 5:1-20);
3. enfermedad física incurable (Marcos 5:25-34);
4. y la muerte (Marcos 5:21-24,35-43).

Comentario Bíblico:
Marcos 4:40

Cristo estaba dormido durante la tormenta para probar la fe de sus discípulos, e instarlos a orar. La fe de ellos se mostró débil y sus oraciones poderosas. Cuando nuestro corazón malvado es como el mar tempestuoso que no tiene reposo, cuando nuestras pasiones son ingobernables, pensemos que oímos la ley de Cristo diciendo: Calla, enmudece. Cuando afuera hay pleitos, y adentro temores, y los espíritus están inquietos, si Él dice, “paz, ten calma”, hay gran calma de inmediato. -¿Por qué estáis así amedrentados? Aunque haya causa para temer, de todos modos no la hay para un terror como éste. Pueden sospechar de su fe los que piensan que a Jesús no le importó mucho que su gente pereciera. ¡Cuán imperfectos son los mejores santos! La fe y el temor cumplen turnos mientras estemos en este mundo, pero, dentro de poco, el temor será vencido y la fe se perderá en la vista.

Referencias Cruzadas:

Isaías 43:2 – Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.

Mateo 16:8 – Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué pensáis dentro de vosotros, hombres de poca fe, que no tenéis pan?

Mateo 14:31 – Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?

Salmos 46:1-3 – Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar; Aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah

Tema Principal:

Eliminar la duda y acrescentar la fe

Versículos Temáticos:

Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
Marcos 11:24

Para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor.
Efesios 3:16-17

Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Hebreos 11:1

Porque por fe andamos, no por vista.
2 Corintios 5:7

Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Romanos 15:13

Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
Santiago 1:6

Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Hebreos 11:6