06 de Junio: Una nueva perspectiva

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(Lee al final el estudio contextual resumido de este devocional. Esperamos sea de bendición)

Palabra:

Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros. (2 Pedro 3:8-9)

Imagina que tu día de trabajo durara tan solo cinco minutos. Apenas tendrías tiempo de marcar el horario e instalarte detrás de tu escritorio. Tal vez te quedarían un par de minutos para comprobar el correo electrónico y, de repente, el día habría acabado. El tiempo volaría.

¿Pero qué ocurriría si tuvieras que parar durante cinco minutos delante de un semáforo? Te parecería una eternidad. Cinco minutos pueden volar o durar para siempre. Todo depende de la perspectiva con que observermos cada situación.

Para Jonás, pasar unas cuantas noches en el vientre de un pez cambió su perspectiva: pasó de intentar cualquier cosa para evitar a Dios a hacer todo lo posible para seguirlo obedientemente. Para Job, perderlo todo cambió su perspectiva: de disfrutar de los lujos de la vida se vio de rodillas suplicándole a Dios que lo librara. Para Saulo, una luz cegadora cambió su perspectiva de invertir su vida cazando y persiguiendo a los cristianos para derramarla a los pies de la cruz.

Si te sientes preocupado, cargado o abrumado, da un paso atrás y contempla la imagen panorámica, y no sólo aquello que te incomoda, angustia o preocupa de la situación por la que atraviesas. Pide a Dios que te dé algo de su perspectiva. Mantener una visión bíblica de tus circunstancias puede hacer la diferencia entre la paz y la ansiedad, entre la tristeza y el gozo.

Oración:

Padre, admito que con frecuencia me dejo desalentar por mis circunstancias y tengo una visión reducida de todo lo bueno, que de ella podría aprender conforme a Tu voluntad. Por ello, Te ruego que me des una nueva perspectiva y que me ayudes a ver mi vida a través de tus ojos. Amén.

Resumen de Capitulo 2 Pedro 3:

En 2 Pedro 3, el apóstol Pedro nos enseña sobre los últimos días. Muchos consideran que el regreso de Jesucristo es algo largamente demorado y que ya no se producirá. Pedro advierte que el tiempo funciona de manera diferente para Dios y señala su fidelidad. Ninguna de sus promesas ha dejado de cumplirse.

A continuación, ofrece descripciones detalladas de lo que ocurrirá en el día del regreso de Jesucristo. Y nos motiva a perseverar en la paciencia del Señor, porque ello es sinónimo de salvación.

Esbozo de 2 Pedro 3:

3.1 – 3: Los últimos días

3:4-8: La promesa del regreso de Jesucristo

3:9 – 14: El día del Señor

3:15 – 18: La paciencia en Jesucristo y la salvación

Comentario Bíblico – 2 Pedro 3:8:

El día llegará cuando los hombres estén seguros y no tengan la esperanza del día del Señor. Los majestuosos palacios y todas las cosas deseables que buscan los hombres mundanos, y en las cuales ponen su felicidad, serán quemadas; todas las clases de criaturas que Dios ha hecho y todas las obras de los hombres deben pasar por el fuego, que será fuego consumidor para todo lo que el pecado haya traído al mundo, aunque será fuego purificador para las obras de la mano de Dios. ¿Qué será de nosotros si ponemos nuestros afectos en esta tierra y la hacemos nuestra porción, aunque vemos que todas estas cosas serán quemadas? Por tanto, ¡asegurémonos de la felicidad más allá de este mundo visible!

Más Palabra Edificada / Llamamiento:

No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.

Juan 15:16

Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.

1 Tesalonicenses 5:24

Y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia.

1 Corintios 1:28-29

A lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.

2 Tesalonicenses 2:14

Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas.

1 Pedro 2:21

Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos.

2 Timoteo 1:9

Fui buscado por los que no preguntaban por mí; fui hallado por los que no me buscaban. Dije a gente que no invocaba mi nombre: Heme aquí, heme aquí.

Isaías 65:1

Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.

1 Corintios 1:9

Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

2 Pedro 1:10-11