Tu cabeza en alto

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(Lee al final el estudio contextual resumido de este devocional. Esperamos sea de bendición)

Pero tú, Señor, me rodeas cual escudo; tú eres mi gloria; ¡tú mantienes en alto mi cabeza! (Salmos 3:3)

Dios tiene buenos planes para ti y quiere que disfrutes de tu vida. Él no quiere que vivas con un espíritu de pesadez, desesperación, depresión o desaliento La buena noticia es que tu actitud y la perspectiva puede cambiar cuando miras a Dios y dejas que Él te levante.

El salmista dijo: Señor, me rodeas cual escudo; tú eres mi gloria, ¡tú mantienes en alto mi cabeza! Piensa en la frase “tú mantienes en alto mi cabeza “.

Cuando alguien camina cabizbajo, suponemos que están tristes o deprimidos. Si esa es la manera en que te sientes, hoy date cuenta que Dios puede levantar tu cabeza y tu espíritu.

Y es que nada es mas importante para El Senor, que la actitud con la que enfrentes las pruebas de la vida, porque esa actitud será para Él Tu mejor regalo. Donde te encuentras hoy debes luchar, con las herramientas que tienes a tu alcance, debes trabajar para seguir adelante y poniendo por encima de todo tu fe, continuar el camino de bien que el tiene preparado para todos aquellos quienes confían en su poder.

Recuerda, Dios tiene un buen plan con futuro y esperanza para cada uno de nosotros. Porque Él está con nosotros, podemos pensar y hablar de acuerdo con Su voluntad. Podemos practicar ser positivos en cada situación que surja. Y cuando nuestras circunstancias son desafiantes y difíciles, podemos esperar que Dios saque lo bueno de ello como lo ha prometido en Su Palabra.

Palabra Diaria: Señor, tú eres mi gloria y Él que mantiene mi cabeza en alto. Elijo mirarte. Ayúdame a mantener mi enfoque en Ti y confío en que traigas hoy Tus buenos planes para mi vida.

Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen del capítulo Salmos 3:

El Salmo 3 habla de confiar en Dios en medio de la adversidad. El estudio bíblico del Salmo 3 revela claramente que cuando el salmista escribió este salmo, estaba siendo afligido y perseguido.

Al parecer, el Salmo 3 fue escrito por el rey David durante la época en que su propio hijo, Absalón, se rebeló contra él. Según los registros bíblicos, Absalón se obstinó en tomar el trono de su padre a cualquier precio, convirtiéndose en un peligroso enemigo. Como resultado, David se vio obligado a huir de Jerusalén para escapar de la ira de su hijo (2 Samuel 15-18).

Junto con los miembros de su familia, David cruzó el río Jordán y acampó en Mahanaim. Aquí conviene recordar que Dios permitió la rebelión de Absalón como parte de la disciplina a la que fue sometido David por su pecado con Betsabé (2 Samuel 12:1-12).

También es posible que este salmo se siguiera utilizando en Israel en contextos de batalla. Esto se debe a que sus rasgos describen claramente situaciones de persecución en general a las que se enfrentaba el rey y la propia nación; de las cuales la revuelta de Absalón era una más entre muchas.

Un esquema del Salmo 3 puede presentarse como sigue:

El reconocimiento de la adversidad (Salmo 3:1,2).
La profunda confianza en Dios (Salmo 3:3-6).
Oración por la liberación y el reconocimiento de la soberanía de Dios (Salmo 3:7,8).

Más Palabra Edificada / Planificación:

Te dé conforme al deseo de tu corazón,
Y cumpla todo tu consejo.
Salmo 20:4

Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo;
Mas en la multitud de consejeros se afirman.
Proverbios 15:22

Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre;
Mas el consejo de Jehová permanecerá.
Proverbios 19:21

Hazme oír por la mañana tu misericordia,
Porque en ti he confiado;
Hazme saber el camino por donde ande,
Porque a ti he elevado mi alma.
Salmo 143:8.

Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
Eclesiastés 3:1

Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos,
ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
Isaías 55:8

No te afanes por hacerte rico;
Sé prudente, y desiste.
Proverbios 23:4

Enséñanos de tal modo a contar nuestros días,
Que traigamos al corazón sabiduría.
Salmo 90:12

Como son más altos los cielos que la tierra,
así son mis caminos más altos que vuestros caminos,
y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
Isaías 55:9

Porque no hará nada Jehová el Señor,
sin que revele su secreto
a sus siervos los profetas.
Amós 3:7

No envidies al hombre injusto,
Ni escojas ninguno de sus caminos.
Porque Jehová abomina al perverso;
Mas su comunión íntima es con los justos.
Proverbios 3:31-32