Ofrécele tus primicias

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(Lee al final el estudio contextual resumido de este devocional. Esperamos sea de bendición)

Palabra:

Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto. (Proverbios 3:9-10)

La sabiduría de Dios y mi entendimiento son a menudo diametralmente opuestos. ¿Conseguir dando? No parece razonable. ¿Conseguir acumulando? Eso sí suena bien. Dar a Dios tus sobras suena bien. Pero Dios no hace sobras. Dar a Dios las primicias de la cosecha, dedicar el hijo primogénito y ofrecer el primogénito del rebaño eran requisitos que El Señor imponía a su pueblo. El don de las primicias era un reconocimiento de que todo pertenecía a Dios. Llama a los creyentes una especie de primicias, su «posesión preciada» (St 1,18). Quiere decir que hemos sido apartados para él de entre su creación. Las primicias también representaban una porción de lo que estaba por venir. Cuando Jesús resucitó de entre los muertos, fue «el primero de una gran cosecha de todos los que han muerto» (1 Corintios 15:20); en otras palabras, fue el primero, y se erigió como garantía de que le seguirían muchos más.

Dar a Dios nuestras primicias es un acto de confianza y obediencia y un reconocimiento de su posesión y dominio sobre todas las cosas. Desgraciadamente, nuestra naturaleza es aferrarnos a las primicias y luego ver qué podemos ahorrar para Dios de lo que queda. Así lo llamaría nuestra propia sabiduría. Tendemos a razonar algo así «Déjame asegurarme primero de que tengo todo lo que necesito».

Pero la promesa de Dios es que, cuando le honremos con nuestras primicias, Él honrará nuestra obediencia con su provisión. Las primicias de nuestro día le pertenecen. Las primicias de nuestra energía le pertenecen. Las primicias de nuestros recursos económicos le pertenecen. Cuando le ofrecemos nuestras primicias, en realidad le estamos diciendo: «Todo es tuyo».

Si quieres honrar a Dios, rendirle una gloria que sea más que palabras, y ver la provisión de Dios en tu experiencia de la vida real, todo consiste en ofrecerle las primicias.

Oración:

Padre, te ofrezco las primicias de mi vida. Todo lo que tengo es tuyo. Viene de ti y es para tu gloria. Entregar mis primicias es entregarte todo lo que soy y todo lo que tengo, y asi deseo hacerlo hoy y siempre. Ayúdame a lograrlo Señor, En El Nombre de Jesús, Amén.

Resumen de Proverbios 3
Proverbios 3 es una exhortación a confiar en Dios y vivir según su sabiduría. Salomón anima a no depender de la propia inteligencia, sino a reconocer a Dios en todos los caminos para que Él dirija la vida. También destaca la importancia de honrar a Dios con los bienes y las primicias, asegurando que la fidelidad en la administración de los recursos traerá abundante provisión. El capítulo enfatiza que Dios disciplina a quienes ama y que la sabiduría divina es más valiosa que cualquier riqueza material.

Referencias cruzadas de Proverbios 3:9-10

  1. Malaquías 3:10
    «Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.»
  2. 2 Corintios 9:6-7
    «Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón, no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.»
  3. Deuteronomio 28:8
    «Jehová te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da.»