Milagro y provisión

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(Lee al final el estudio contextual resumido de este devocional. Esperamos sea de bendición)

Palabra:

Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra. (1 Reyes 17:14)

Había una mujer de la ciudad de Sarepta (1 Reyes 17) que vivía una época muy difícil; hacía mucho tiempo que no llovía. Todo estaba sin vida, sin color y, lo que era peor, escaseaba la comida. Es como si una mujer de hoy experimentara la sequía causada por la corrupción, por la maldad de hombres orgullosos y egoístas. Nuestra nación ha pagado el precio de la falta de temor de Dios, de la escasez de honradez, integridad, justicia e igualdad. Faltan lluvias de bendiciones que rieguen nuestra nación y la hagan próspera de nuevo.

A pesar del sombrío panorama en el que vivía aquella viuda, recibió una visita en su cocina que cambió toda su historia. No hizo falta ningún cambio político, económico o social para que sus necesidades fueran satisfechas. El milagro que necesitaba ocurrió allí mismo, en su cocina. El Dios de la Provisión obró el milagro, cumpliendo la palabra que Él mismo había dicho al profeta Elías: «Porque así dice el Señor, el Dios de Israel: Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra. (1 Reyes 17:14)

El milagro de la cocina de la viuda no sólo alcanzó a ella y a su hijo, sino que también alimentó a un profeta de Dios (1 Re 17,9). La bendición del Señor es tan abundante que se desborda de nuestra vida a la de los que nos rodean. Él obra milagros en nosotros para que seamos promotores de milagros en la vida de los demás. La viuda se aferró a la promesa de Dios, experimentó el milagro y tuvo la oportunidad de esperar en paz hasta que las lluvias de Dios volvieron a caer sobre la tierra.

Esto es lo que El Señor sigue haciendo. Sigue visitando nuestros hogares, nuestras cocinas, las habitaciones de los hospitales, los negocios, dondequiera que estemos para realizar sus milagros, para satisfacer nuestras necesidades. Él es el mismo que era ayer, hoy y siempre pues su amor no cambiará jamás. Sólo pueden disfrutar de sus milagros quienes creen que es lo bastante poderoso para hacer cualquier cosa, y quienes se sienten satisfechos incluso cuando decide no hacerlo. Todo esto es cuestión de fe, entrega y confianza en Dios (Salmo 37:5 y Filipenses 4:19).

Oración:

Señor, ayúdame a confiar en Tu amor inalterable, en Tu misericordia que es renovada cada mañana, y en Tu poder que es capaz de obrar los más maravillosos milagros para todo aquel que en Ti cree. Fortalece mi fe Padre, y guíame en todos mis caminos. Te lo pido, En El Nombre de Jesús, Amén.

Resumen de 1 Reyes 17
1 Reyes 17 introduce al profeta Elías y muestra la fidelidad de Dios en proveer a sus siervos. Debido a la sequía en Israel, Dios envía a Elías al arroyo de Querit, donde es alimentado por cuervos. Cuando el arroyo se seca, Dios lo dirige a Sarepta, donde una viuda pobre lo sustenta con lo poco que le queda. A pesar de su escasez, Dios le promete que la harina y el aceite no se agotarán hasta que vuelva la lluvia. Más adelante, Elías también intercede para que Dios resucite al hijo de la viuda, demostrando el poder divino.

Referencias cruzadas de 1 Reyes 17:14

  1. Salmos 37:25
    «Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan.»
  2. Mateo 6:31-33
    «No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? […] Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.»
  3. Filipenses 4:19
    «Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.»