La gracia suficiente

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Palabra:

Cuando soy débil, entonces soy fuerte. (2 Corintios 12:10)

Creí que la vida cristiana sería más fácil”. ¿Ha pensado usted de esa manera? A veces, llegamos a la familia de Dios con la idea de que el Padre celestial arreglará todos nuestros problemas, y que se dedicará a nuestra felicidad y bienestar. Sin embargo, esa no es la realidad que vemos en la Biblia. Pablo fue un hombre a quien el Señor utilizó enormemente, pero su vida no fue nada fácil.

De hecho, en cierto momento, el apóstol pensó que su dolor era una carga demasiado pesada, y le rogó a Dios que se lo quitara. La promesa que Dios le dio se aplica también a nosotros en el versículo que antecede a la Palabra de hoy que nos ratifica: Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. (2 Corintios 12:9).

La gracia de Dios podría definirse como su provisión en el momento de nuestra necesidad. El problema es que, a veces, no parece que el Señor está realmente respondiendo a ella. Pero Él ve las deficiencias, los resultados y las complicaciones que nosotros no vemos. Sus propósitos implican el crecimiento espiritual, moldearnos para ser más como Cristo, y fortalecer nuestra fe. Y las pruebas juegan un papel vital en la consecución de estos objetivos.

Lo importante es cómo respondemos. Si lo único que usted quiere es alivio, podría caer en la ira y la duda. Pero si su deseo es llegar a ser la persona que Dios quiere que sea, verá cada prueba como una oportunidad para que Cristo refleje su carácter en usted, y le fortalezca.

Oración:

Señor, concédeme la gracia de vivir según tu voluntad, para andar en rectitud, para hacer siempre el bien, para mantenerme siempre en tus caminos, para que todas mis acciones estén impregnadas de tu presencia y para rechazar las tentaciones y el pecado.

Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen de Capitulo 2 Corintios 12:

En 2 Corintios 12, Pablo habla de sus visiones y revelaciones. A causa de estas revelaciones, el Señor ha puesto una espina en su carne, para evitar que el apóstol se envanezca. En medio de este proceso se da cuenta de que su debilidad en la carne se traduce en fortaleza espiritual, se siente cada vez más seguro y estable ante Dios.

El apóstol habla de su disposición a servir a los corintios y de cómo esto no se ha convertido en una carga para la iglesia, al contrario, su presencia ha sido una bendición.

Pablo termina hablando de su miedo. Teme que los corintios permitan que la carnalidad los domine, y que las peleas, envidias, discusiones, etc. interfieran y pongan en riesgo la comunión de la iglesia.

Esbozo de 2 Corintios 12:

12.1 – 6: Pablo y las visiones y revelaciones del Señor

12:7-10: Cuando somos débiles, somos fuertes.

12:11-17: La voluntad de servicio de Pablo

12:18-21: El miedo de Pablo

Referencias cruzadas por término – 2 Corintios 12:10:

Cuando soy débil – Referencias:

Joel 2:13-14

13 Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo. 14 ¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y dejará bendición tras de él, esto es, ofrenda y libación para Jehová vuestro Dios?

Joel 3:10

10 Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces; diga el débil: Fuerte soy.

2 Corintios 12:9

9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.

2 Corintios 13:4

4 Porque aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios. Pues también nosotros somos débiles en él, pero viviremos con él por el poder de Dios para con vosotros.

2 Corintios 13:9

9 Por lo cual nos gozamos de que seamos nosotros débiles, y que vosotros estéis fuertes; y aun oramos por vuestra perfección.

Números 4:44

44 los contados de ellos, por sus familias, fueron tres mil doscientos.

Deuteronomio 32:36

36 Porque Jehová juzgará a su pueblo,

Y por amor de sus siervos se arrepentirá,

Cuando viere que la fuerza pereció,

Y que no queda ni siervo ni libre.

Entonces soy fuerte – Referencias:

Deuteronomio 11:8

8 Guardad, pues, todos los mandamientos que yo os prescribo hoy, para que seáis fortalecidos, y entréis y poseáis la tierra a la cual pasáis para tomarla;

Deuteronomio 33:25

25 Hierro y bronce serán tus cerrojos,

Y como tus días serán tus fuerzas.

Jueces 7:11

11 y oirás lo que hablan; y entonces tus manos se esforzarán, y descenderás al campamento. Y él descendió con Fura su criado hasta los puestos avanzados de la gente armada que estaba en el campamento.

Jueces 14:14

14 Entonces les dijo:

Del devorador salió comida,

Y del fuerte salió dulzura.

Y ellos no pudieron declararle el enigma en tres días.

1 Crónicas 16:28

28 Tributad a Jehová, oh familias de los pueblos,

Dad a Jehová gloria y poder.

2 Crónicas 14:11

11 Y clamó Asa a Jehová su Dios, y dijo: ¡Oh Jehová, para ti no hay diferencia alguna en dar ayuda al poderoso o al que no tiene fuerzas! Ayúdanos, oh Jehová Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu nombre venimos contra este ejército. Oh Jehová, tú eres nuestro Dios; no prevalezca contra ti el hombre.