Cultivar una vida de oración

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(Lee al final el estudio contextual del versículo de hoy) – * Ha sido agregado estudio de referencias cruzadas por palabras y términos de versículo al final del Devocional. Esperamos sea de bendición para ti.

Porque separados de mí nada podéis hacer. (Juan 15:5)

El Señor llama a cada creyente a una vida de oración; no importa cuánto tiempo tenga de ser salvo o cuán experimentado sea en esta disciplina. Lo mejor que todos nosotros podemos hacer para mejorarnos como personas, mejorar nuestra vida y nuestras relaciones es crecer en la oración.

Jesús dejó en claro que no podemos andar en la plenitud de nuestro destino en Dios sin crecer en la oración. Él dijo que a menos que permanezcamos en Él, nada podemos hacer con relación a dar fruto para su reino o madurar en nuestra vida espiritual (Juan 15:5). ¿Cómo permanecemos en Él? La actividad principal para permanecer en Cristo es la oración: sencillamente, hablar con Jesús.

Ya que nosotros mismos no somos la fuente de la vida espiritual, tampoco podemos generarla ni recibirla a menos que permanezcamos en Cristo. De la misma manera en que es imposible para nosotros saltar trescientos metros impulsándonos en nuestra propia fuerza, es imposible que podamos generar vida espiritual. No se trata de practicar, ¡no fuimos creados para saltar trescientos metros! Y tampoco fuimos creados para tener vida espiritual mientras vivimos independientes del Espíritu. Tenemos que habitar en Cristo y crecer en la oración para que nuestra vida funcione.

El Espíritu Santo se moverá de una manera nueva y poderosa en su corazón y en su vida a medida que usted toma el tiempo para crecer en la oración. El cambio no sucede de la noche a la mañana, pero definitivamente sucederá. Con el tiempo, la disciplina de la oración llegará a ser un deleite en la oración. La sequedad en la oración será reemplazada gradualmente por un diá- logo vibrante con Dios que cambiará su vida y resultará en muchas oraciones contestadas.

Le invito a que empiece ahora mismo la nueva etapa de su recorrido en la oración. No hay otro momento mejor que ahora. No espere por una experiencia espiritual especial para empezar a crecer en la oración. Crecemos en la oración al orar. Los principiantes en la oración maduran sencillamente al orar más. Este es el mismo principio que aceptamos cuando aprendemos a tocar un instrumento musical, nos hacemos mejores mientras más practicamos.

Un paso que puede dar y que le ayudará a crecer en la oración es definir un horario regular para momentos de oración. Un horario establece cuándo orará, y le ayudará a ser consistente en hablar con Jesús. No tiene que limitar su vida de oración a su tiempo establecido y, posiblemente, no podrá cumplir con más del 70 al 80 por ciento de sus momentos de oración establecidos. Sin embargo, he descubierto que oro mucho más consistentemente si reservo un tiempo en mi horario que esté dedicado a pasar tiempo con Jesús.

Oración:

Señor, perdóname por no estar consciente de cuán importante es la oración para mi crecimiento espiritual y por muchas veces no hacer de ella una prioridad en mi vida. Ayúdame a apartar un momento diariamente para concentrarme en comunicarme contigo. Amén.

Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen de Capitulo Juan 15:

Jesús es presentado como la verdadera Vid en el capítulo 15 del Evangelio de Juan. Se trata de una de las alegorías más conocidas de la Biblia, que suele titularse «La vid y los pámpanos». El significado principal de esta enseñanza apunta a nuestra relación con Cristo, y a nuestra dependencia de él. Cristo es la verdadera Vid, y nosotros los pámpanos.

Si Jesús es la verdadera Vid, el Padre es el viñador. Él es el que cuida de las ramas. Estas ramas se clasifican en dos grupos: las ramas productivas y las ramas improductivas. Las ramas representan a todos los que entran en contacto con Cristo y su Evangelio. Entre ellos, el Agricultor se ocupa de limpiar los que dan fruto para que den aún más fruto. Por otro lado, también corta los que no dan fruto. Las ramas improductivas se secan, se recogen y se arrojan al fuego.

Referencias cruzadas por término – Juan 15:5:
Porque separados de mí nada podéis hacer.

Juan 15:16 – No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.

Romanos 7:4 – Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.

Filipenses 1:11 – llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.