Versículo:
Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová? Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar. Éxodo 4:11-12
Comentario:
Moisés dudó del llamado de Dios para sacar a los israelitas de Egipto. Pero el Señor amablemente le dio seguridad mediante señales maravillosas y prometió ayudar a su siervo a lograrlo todo, sin importar cuán imposible pudiera parecer (Ex 4.1-5).
Moisés no era elocuente, y su incapacidad para hablar bien le hacía sentirse inadecuado. Por eso Dios lo tranquilizó diciéndole: “Yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar” (Ex 4.12). Recuerde que el Señor mira el corazón, no las habilidades humanas (1 S 16.7); por eso las personas que Él elige para llevar a cabo su plan a menudo parecen poco probables. Es más, Dios también puede superar todas nuestras insuficiencias. Eso es lo que hizo al llamar a Aarón, el hermano de Moisés, para que lo acompañara a revelar el mensaje dado por Dios (Ex 4.14-17).
El Señor tenía una respuesta para cada una de las inquietudes de Moisés, y Él también nos ayudará a superar los obstáculos si lo seguimos. A medida que lo obedecemos, nuestra confianza en Dios crece y somos capaces de dejar las consecuencias en sus manos, sea cual sea. Entonces, a medida que las barreras de la fe en nuestra vida se derrumben, podremos ver la evidencia de la presencia y el poder de Dios. Y además, experimentaremos el gozo de someternos a su voluntad perfecta.
Oración:
Señor de poder y misericordia, gracias por mirar más allá de nuestras debilidades y llamarnos a ser parte de tus planes perfectos. Ayúdame a confiar en que Tú proveerás las palabras, la fuerza y las habilidades necesarias para cumplir el propósito que me has dado. Derriba las barreras de mi fe y enséñame a dejar las consecuencias en tus manos. Llena mi corazón de gozo y mi espíritu de confianza al caminar en obediencia contigo. Gracias por tu presencia constante y por tu fidelidad. En el nombre de Jesús, amén.