Biblia Devocional en 1 Año: Salmos 77

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(Lee al final el estudio un devocional de Salmos 77. Esperamos sea de bendición para ti)

Explicación y significado del Salmo 77

El Salmo 77 es un lamento que revela el anhelo, la angustia y la búsqueda de respuestas por parte del salmista en medio de la adversidad. El autor, Asaf, un levita y uno de los músicos principales de David, expresa sus sentimientos de desesperación mientras busca la ayuda de Dios en medio de sus dificultades. A través de sus palabras, Asaf nos muestra cómo es posible transformar la aflicción en esperanza mediante la reflexión sobre la fidelidad pasada del Señor.

El salmo comienza con una expresión de angustia: «Con mi voz clamé a Dios; a Dios clamé, y él me escuchará» (Salmo 77:1). El autor anhela el consuelo divino, pero su situación parece tan desesperada que incluso la noche se convierte en un tiempo de inquietud y meditación. Busca al Señor, pero su alma se niega a ser consolada.

Asaf reflexiona sobre su situación y recuerda tiempos pasados en los que Dios había actuado con gran poder y amor: «Recordaré los hechos de JAH; sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas. Meditaré en toda tu obra, y en tus hazañas hablaré» (Salmo 77:11-12). A pesar de su angustia presente, el salmista procura consuelo al recordar las obras de Dios en la historia de Israel. Asaf evoca la liberación de Israel de Egipto y cómo Dios guió a su pueblo a través del desierto.

El salmista contrasta la fidelidad pasada del Señor con su angustia presente, lo que refleja la lucha entre la duda y la fe en medio del sufrimiento. A medida que reflexiona sobre las acciones del Todopoderoso en el pasado, su perspectiva comienza a cambiar. Pasa de centrarse en su propia angustia a enfocarse en el carácter de Dios y en su capacidad para redimir y salvar.

El salmo concluye con una afirmación de la grandeza de Dios: «Tú eres el Dios que hace maravillas; hiciste notoria en los pueblos tu potencia» (Salmo 77:14). Asaf reconoce que, a pesar de las dificultades actuales, Nuestro Padre Celestial sigue siendo poderoso y capaz de obrar milagros. Este cambio en la percepción del autor revela cómo la reflexión sobre la fidelidad divina puede transformar la desesperación en esperanza.

En resumen, el Salmo 77 es un clamor que revela la lucha emocional del autor en medio de la adversidad. A través de su proceso de reflexión sobre la fidelidad pasada de Dios, el salmista encuentra consuelo y renovada esperanza. Este salmo nos enseña la importancia de recordar las obras de Dios en nuestra vida y en la historia, incluso en los momentos de mayor desafío, para encontrar fortaleza y consuelo en medio de la angustia.

Devocional:

Me acordaré de las obras de JAH; Sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas. (Salmos 77:11)

Asaf atravesaba una época de gran tribulación. En una sentida súplica, el salmista abrió su corazón cuestionando la acción y la presencia de Dios en sus días de aflicción. Recordando las obras del Señor en favor de su pueblo, reconoció que se había dejado llevar por la tristeza, declarando: «Entonces dije: Ésta es mi aflicción» (v. 10). Dios siempre está ahí para nosotros, aunque sea para escuchar nuestras lamentaciones y penas. Pero debemos tener cuidado de no superponer nuestras aflicciones en detrimento de lo que es verdaderamente medicina para el alma: la confianza en Dios.

Fue cuando recobró el sentido común cuando Asaf cambió por completo su discurso, exaltando a Dios y sus obras. Miró al pasado con alegría y vislumbró el futuro con esperanza. Dijo: «Tu camino, oh Dios, es de santidad. ¿Qué dios es tan grande como nuestro Dios?» (v. 13). Mientras veía un documental sobre el tamaño del Universo y la grandeza de las obras de Dios, se me abrieron aún más los ojos ante Su amor por un planeta que no es más que polvo cósmico entre innumerables galaxias. Y si Él se preocupa por nosotros hasta el punto de hacerse como nosotros y entregarse como sacrificio por nosotros, podemos, como el salmista, exclamar en alabanza y adoración: «Tú eres el Dios que hace maravillas, y entre los pueblos has dado a conocer Tu poder» (v. 14). ¡Alabado sea el nombre de nuestro gran Dios!

Es precisamente ahora, en un mundo convulsionado que nos entrega un tiempo de incertidumbre como si de una tormenta se tratara, cuando el Consolador quiere guiarnos como a Su rebaño (v. 20). Como Asaf, en el día de tu angustia, busca al Señor (v. 2) y Él te mostrará Su misericordia. No tenemos nada que temer por el futuro, a menos que olvidemos el camino por el que el Señor nos ha guiado y las enseñanzas que nos ha dado en el pasado.

¡Velemos y oremos!

¡Feliz día, guiados por el Espíritu Santo!

Oración:

Dios amoroso, en medio de nuestras tribulaciones y cuestionamientos, ayúdanos a recordar tu fidelidad pasada y a confiar en tu camino de santidad. A través de los desafíos y las maravillas del universo, reconocemos tu poder y amor infinitos. Guíanos como a tu rebaño en estos tiempos de tormenta, y enséñanos a buscar tu misericordia y consuelo. Que, como Asaf, podamos transformar nuestras lágrimas en alabanza y adoración, reconociendo que eres el Dios que hace maravillas. Permítenos recordar siempre el camino por el que nos has guiado y encontrar fortaleza en tus enseñanzas. En el nombre de Jesús, Amén.