Biblia Devocional en 1 Año: Juan 9

Publicado por

Juan 9:

Juan 9 destaca cómo Jesús trae luz y transformación tanto física como espiritual. La sanidad del ciego es un signo de la obra redentora de Cristo, quien revela la gloria de Dios en medio del sufrimiento. El contraste entre la fe del hombre sanado y la ceguera espiritual de los fariseos nos desafía a evaluar nuestra disposición a aceptar la verdad de Jesús. Este capítulo nos invita a buscar la luz de Cristo y a proclamar con valentía lo que Él ha hecho en nuestras vidas.

Jesús Sana a un Ciego de Nacimiento (Juan 9:1-12)

Jesús encuentra a un hombre ciego de nacimiento. Sus discípulos preguntan si su ceguera es consecuencia del pecado de él o de sus padres. Jesús responde que no es por pecado, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él. Luego escupe en la tierra, hace lodo con la saliva, lo pone en los ojos del hombre y le dice que se lave en el estanque de Siloé. El hombre obedece y recobra la vista, asombrando a sus vecinos.

Los Fariseos Investigan el Milagro (Juan 9:13-34)

El hombre sanado es llevado ante los fariseos, quienes cuestionan el milagro porque Jesús lo realizó en el día de reposo. Algunos fariseos lo critican por violar las reglas del sábado, mientras que otros se preguntan cómo alguien pecador podría realizar tal milagro. El hombre testifica que Jesús lo sanó, pero los fariseos rechazan su declaración y lo acusan de ser un pecador. Incluso interrogan a sus padres, quienes confirman que nació ciego pero evitan opinar sobre Jesús por temor a ser expulsados de la sinagoga. El hombre sanado reafirma su fe en Jesús, y los fariseos lo expulsan.

Jesús Busca al Hombre Sanado (Juan 9:35-41)

Jesús encuentra al hombre y le pregunta si cree en el Hijo de Dios. El hombre pregunta quién es para creer en Él, y Jesús revela su identidad. El hombre declara: “Creo, Señor” y lo adora. Jesús explica que ha venido al mundo para juicio: para que los ciegos vean y los que creen ver queden ciegos espiritualmente. Los fariseos que escuchan se ofenden, pero Jesús les advierte que su rechazo los deja en su pecado.

Versículo clave de Juan 9:

«Jesús les respondió: Ni este pecó, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.» Juan 9:3

En este versículo, Jesús responde a la pregunta de sus discípulos sobre la causa de la ceguera de un hombre. En lugar de enfocarse en culpar al hombre o a sus padres por algún pecado, Jesús redirige la conversación hacia el propósito divino. La ceguera del hombre no era un castigo, sino una oportunidad para que el poder y la gloria de Dios se manifestaran a través de su sanidad.

Este pasaje nos invita a confiar en que incluso las situaciones más difíciles de nuestra vida pueden ser usadas por Dios para mostrar Su obra y cumplir Su propósito. Nos recuerda que, en lugar de buscar culpables o explicaciones, debemos enfocarnos en cómo Dios puede usar nuestras circunstancias para su gloria y nuestro bien.

Oración:

Señor, gracias porque incluso en medio de las dificultades, tu obra puede manifestarse en mi vida. Ayúdame a confiar en tus planes, sabiendo que tus caminos son perfectos. Usa mis desafíos para mostrar tu poder y tu gloria, y enséñame a ver cada circunstancia como una oportunidad para acercarme más a Ti. En el nombre de Jesús, Amén.