Publicado por (Lee al final el estudio un devocional de Éxodo 34. Esperamos sea de bendición para ti.)
El significado de Éxodo 34 trata de las nuevas placas de la ley. Cuando el pueblo juró por primera vez su lealtad al pacto, prometió cumplir todos sus requisitos (véase Éxodo 24:3-8), pero en la práctica fracasó estrepitosamente.
Dios, en su gracia, quiso renovar la alianza, y para ello llamó a Moisés de nuevo al monte. Su nueva revelación a Moisés enfatiza, por tanto, su amor y misericordia, pero también recuerda al pueblo su justa justicia.
El pacto restablecido (Éxodo 34:1-35)
Moisés, dolorosamente consciente de la debilidad de los israelitas, apeló a la gracia de Dios, pidiéndole que siguiera habitando entre ellos y los poseyera como su pueblo, a pesar de su obstinación (Éxodo 34:1-9).
Dios renovó entonces su pacto, prometiendo provisión y protección a Israel. Asombraría al mundo por la grandeza de su poder al expulsar a una nación tras otra, para dar a su pueblo la tierra que le había prometido (Éxodo 34:10-11).
Advirtió severamente a su pueblo que no copiara, ni siquiera tolerara, las prácticas religiosas paganas en su nueva tierra. Esta advertencia resultaba especialmente oportuna a la vista de los recientes acontecimientos relacionados con el culto a los ídolos de oro.
Abandonar a Dios y seguir otras ideas religiosas sería un adulterio espiritual, comparado con la infidelidad de una mujer que deja a su marido por otro hombre (Éxodo 34:12-17).
Renovación del pacto
La renovación del pacto iba acompañada de una orden para que el pueblo nunca olvidara su liberación de Egipto. Por lo tanto, debían celebrar la Fiesta de los Panes sin Levadura y mantener la práctica de redimir a los primogénitos (Éxodo 34:18-20; véase Éxodo 12:15-36; 13:1-16).
También se mencionaba específicamente la obligación de guardar el sábado semanal y las fiestas anuales (Éxodo 34:21-24; véase Éxodo 23:12-17). Otros recordatorios se referían a los requisitos de los sacrificios y las primicias (Éxodo 34:25-26; véase Éxodo 23:18-19).
Entonces Dios declaró que el pacto que Israel había roto quedaba restablecido. Aunque el relato es breve, Moisés estuvo con Dios en la montaña durante unas seis semanas, como en la ocasión anterior (Éxodo 34:27-28; cf. 24:18).
La gloria de Dios
El aspecto de Moisés cambió tanto por su encuentro con Dios que se cubrió la cara con un paño mientras hablaba al pueblo. El hombre que se encontró con Dios no era consciente de su gloria.
Hasta que otros se lo dijeron; por otra parte, la gente que caía fácilmente en el pecado tenía miedo cuando se encontraba con alguien que les parecía un brillante mensajero de Dios (Éxodo 34:29-35; cf. 2 Corintios 3:7-18)
Devocional:
Y Jehová dijo a Moisés: Alísate dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste. (Éxodo 34:1)
Siempre que nos encontramos con Dios ocurre algo extraordinario. Es cierto. Es imposible estar en presencia del Eterno y no ser transformado por Él. El capítulo 34 nos muestra el pacto que Dios hizo con Israel después de que la nación cometiera el pecado de la idolatría. Nuevas tablas de la ley, un recordatorio de las leyes y celebraciones que serían perpetuas para Israel. Y uno de los textos más queridos del Éxodo, que relata que el rostro de Moisés estaba resplandeciente cuando bajó de la montaña (vv.29).
Pablo utilizó este texto para mostrar el poderoso efecto del nuevo pacto en la Iglesia del Señor (2 Cor. 3:13-18). Los israelitas temían esa manifestación y pidieron a Moisés que se cubriera el rostro con un velo. La Iglesia, sin embargo, sigue sin tener cara. Israel temía mirar la gloria transitoria en el rostro de Moisés, la Iglesia muestra la gloria permanente de la transformación producida por la nueva alianza y el ministerio del Espíritu Santo. Que la operación de Dios en nosotros por el Espíritu traiga luz a los que están en la oscuridad y revele la gloria de Dios a un mundo que vive sin Dios y sin esperanza. ¡Sé un instrumento utilizado para la alabanza de la gloria de Dios!
Oración:
Señor, que recuerde cada día que en Ti ya tengo todo lo que necesito y que de esa verdad mi prioridad sea buscarte, conocerte, amarte y glorificarte cada día más.
