Biblia Devocional en 1 Año: 2 Crónicas 14

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(Lee al final el estudio un devocional de 2 Crónicas 14. Esperamos sea de bendición para ti.)

Resumen

El significado de 2 Crónicas 14 habla de Asá y su reinado. Asa, (que significa «sanar» o «¿quién sanará?»). El rey Abías murió y fue enterrado en la Ciudad de David, y su hijo Asá ocupó su lugar como rey. Durante el reinado de Asá hubo diez años de paz en la tierra de Judá. Hizo lo que era justo a los ojos del Señor (2 Crónicas 14:1).

Resúmen de versículos

2 Crónicas 14
14:1,2 – Asá, el hijo de Abías, reinó durante 41 años, hasta el 870 a.C. (16:13). La expresión diez años sugiere que durante los diez primeros años del reinado de Asá hubo paz entre Judá e Israel (2 Crónicas 14:6).

14.3-5 – Las estatuas eran pilares asociados a ritos cananeos de fertilidad. Las imágenes estaban hechas de madera verde, que se consideraba un símbolo de fertilidad, ya que mantenía sus hojas verdes durante todo el año. Con el tiempo, los postes ocuparon el lugar de los árboles vivos, porque podían erigirse en cualquier lugar, incluso donde no crecían árboles.

14:6-8 – Roboam construyó ciudades fuertes en su época, pero Sisac, rey de Egipto, las destruyó (1 Cr. 11:5-12; 12:2-4). Es como si Asá se hubiera limitado a reconstruirlas. El término en aquellos años se refiere a los diez primeros años del reinado de Asá, un período de paz (2 Crón. 14:1).

14.9 – Puesto que Egipto era fuerte en aquella época (2 Crón. 12:3) y controlaba totalmente su territorio, es probable que Zera y su enorme ejército fueran mercenarios del rey egipcio Osorkon I (914-874 a.C.), sucesor de Sisac. Maresa era una de las importantes ciudades fortificadas de Asa, a unos 40 km al suroeste de Jerusalén (2 Cr. 11:8). Estaba cerca de la Vía Maris, la carretera costera que unía Egipto con Canaán, lo que la hacía estratégicamente importante.

14.10 – El valle de Zefata estaba en el lado norte de Maresa.

14.11,12 – Nada para ti es ayuda. Asá mostró una gran fe en su oración antes de la batalla contra el enorme ejército de Zera. En tu nombre. Asá creía en el hecho de que Dios estaba de su parte y el ataque de Zéraj iba dirigido tanto contra el Señor como contra el pueblo de Dios (2 Crón. 13:8,12,14,15).

14:13-15 – Gerar estaba en la frontera entre Egipto y Canaán y probablemente se encontraba en territorio egipcio en aquella época.

Devocional:

Y mandó a Judá que buscase a Jehová el Dios de sus padres, y pusiese por obra la ley y sus mandamientos. (2 Crónicas 14:4)

¿Te imaginas lo que es que venga contra ti un ejército de un millón de hombres y trescientos carros de guerra? Eso es exactamente a lo que se enfrentó el rey Asa de Judá. Estaba bien preparado. Había fortificado una ciudad tras otra con murallas, torres, puertas y cerrojos. Incluso había derribado los lugares altos, las columnas sagradas y las imágenes de madera. ¿Sería suficiente?

Escucha su increíble oración: «Señor, para Ti no significa nada ayudar, ya sea con muchos o con los que no tienen poder; ayúdanos, Señor, Dios nuestro, pues en Ti y en Tu nombre hemos venido contra esta multitud, Señor, Tú eres nuestro Dios, ¡que ningún hombre prevalezca contra Ti! «(v. 11).

¡Y el ejército de un millón de hombres fue vencido! Esta historia es para nosotros. La oración de Asá es una que todo creyente cristiano puede ofrecer adecuadamente. Libramos una guerra, no contra carne y sangre, sino contra principados y potestades, contra huestes espirituales de maldad en los lugares celestiales (cf. Ef 6,12). En el conflicto de la vida, tenemos que luchar contra las agencias del mal que se han alzado contra el derecho/la justicia. Nuestra esperanza no está en el hombre, sino en el Dios vivo. Con plena certeza de fe, podemos esperar que Él unirá Su omnipotencia a los esfuerzos de los instrumentos humanos, para gloria de Su nombre. Revestidos con la armadura de Su justicia, podemos obtener la victoria sobre todos los enemigos (Profetas y Reyes, p.111).

Hoy es el día de la victoria. ¡pronuncia la oración de Asá y cree!

Oración:

Señor, gracias porque me prometes librarme de toda batalla y no pondrás frente a mi una lucha para la que no tengas las fuerzas suficientes. Gracias por tan grande misericordia Padre. En el Nombre de Jesús, Amén.