Biblia Devocional en 1 Año: 2 Corintios 9

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2 Corintios 9

2 Corintios 9 nos enseña que la generosidad debe ser voluntaria y gozosa, no forzada. Cuando damos con un corazón sincero, Dios nos provee para seguir siendo generosos. La generosidad no solo ayuda a otros, sino que también glorifica a Dios y fortalece la unidad de la iglesia. Cristo es el mayor ejemplo de generosidad, y su gracia nos motiva a dar con amor.

La Disposición para Dar (2 Corintios 9:1-5)

Pablo continúa hablando sobre la ofrenda para los santos en Jerusalén. Dice que no es necesario insistir, pues sabe que los corintios están dispuestos a dar. De hecho, su entusiasmo ha motivado a otros, como los macedonios.

Sin embargo, Pablo envía a algunos hermanos antes de su llegada para asegurarse de que la ofrenda esté lista y que no haya necesidad de pedirla a última hora. Quiere que esta ofrenda sea una expresión genuina de generosidad, no dada por obligación.

El Principio de la Siembra y la Cosecha (2 Corintios 9:6-11)

Pablo introduce un principio espiritual clave:

  • El que siembra escasamente, también cosechará escasamente.
  • El que siembra en abundancia, cosechará en abundancia.

Cada persona debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no con tristeza ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre.

Dios es poderoso para proveer todo lo necesario, de modo que siempre tengamos suficiente y podamos seguir haciendo buenas obras. Aquellos que dan con generosidad recibirán de Dios para seguir siendo generosos, y su justicia permanecerá para siempre.

El Propósito de la Generosidad (2 Corintios 9:12-15)

Pablo explica que la ofrenda no solo suple las necesidades de los santos, sino que también provoca gratitud a Dios. La generosidad de los corintios será un testimonio que glorificará a Dios y mostrará la sinceridad de su fe.

Los creyentes en Jerusalén darán gracias a Dios y orarán por los corintios, reconociendo la gracia de Dios en sus vidas.

Pablo concluye con una alabanza a Dios por su don inefable (Cristo), quien es el mayor ejemplo de generosidad.

Versículo clave de 2 Corintios 9:

«Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.» 2 Corintios 9:7

Este versículo enfatiza la importancia de la actitud con la que damos. Pablo enseña que la generosidad debe ser una decisión voluntaria y no una obligación. Dios no se enfoca en la cantidad que damos, sino en la disposición del corazón con la que lo hacemos. La generosidad que agrada a Dios es aquella que brota del amor y la gratitud, sin sentimientos de obligación o pesar.

Este pasaje nos anima a vivir con una actitud generosa, confiando en que Dios proveerá para nuestras necesidades. Nos recuerda que dar con alegría no solo bendice a otros, sino que también fortalece nuestra fe y nos acerca más a Dios.

Oración:

Señor, gracias porque me das la oportunidad de ser generoso con lo que me has dado. Ayúdame a dar con alegría y sin reservas, confiando en tu provisión. Que mi generosidad sea una expresión de amor y gratitud hacia Ti, reflejando tu bondad en mi vida. En el nombre de Jesús, Amén.