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2 Corintios 4
2 Corintios 4 nos recuerda que, aunque enfrentemos dificultades y sufrimientos, el poder de Dios nos sostiene. Somos frágiles, pero llevamos un tesoro invaluable: el evangelio de Cristo. Nuestro sufrimiento no es en vano, porque Dios lo usa para su gloria y nos prepara para una gloria eterna incomparable. Debemos fijar nuestra mirada en lo eterno, confiando en la fidelidad de Dios.
El Ministerio de la Luz de Cristo (2 Corintios 4:1-6)
Pablo afirma que, debido a la misericordia de Dios, no desmaya en su ministerio. Rechaza los métodos deshonestos y predica la verdad con claridad. Explica que el evangelio está velado para los incrédulos, porque el «dios de este siglo» (Satanás) ha cegado sus mentes para que no vean la luz del evangelio de Cristo.
Dios, quien dijo «Sea la luz», ha resplandecido en nuestros corazones para darnos el conocimiento de su gloria en Cristo.
Tesoros en Vasos de Barro: El Poder de Dios en Nuestra Debilidad (2 Corintios 4:7-12)
Pablo describe a los creyentes como vasos de barro que contienen un tesoro: el poder de Dios. Esto muestra que la gloria pertenece a Dios y no a nosotros. Explica que, aunque enfrentan sufrimientos y dificultades, nunca son destruidos:
- Atribulados, pero no angustiados.
- Perplejos, pero no desesperados.
- Perseguidos, pero no desamparados.
- Derribados, pero no destruidos.
Llevamos en nuestro cuerpo la muerte de Jesús, para que su vida también se manifieste en nosotros.
La Fe en Medio del Sufrimiento (2 Corintios 4:13-15)
Pablo declara que habla con fe, confiando en que Dios, quien resucitó a Jesús, también lo resucitará a él. El sufrimiento que experimenta no es en vano, pues beneficia a los creyentes y glorifica a Dios.
Nuestra Esperanza Eterna (2 Corintios 4:16-18)
Pablo concluye con una gran verdad: aunque el cuerpo exterior se desgasta, el hombre interior se renueva cada día. El sufrimiento actual es leve y pasajero en comparación con la gloria eterna que nos espera.
Nos exhorta a no poner la mirada en lo que se ve (lo temporal), sino en lo que no se ve (lo eterno).
Versículo clave de 2 Corintios 4:
Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria. 2 Corintios 4:17
Este versículo nos recuerda que las dificultades y pruebas que enfrentamos en esta vida son temporales en comparación con la gloria eterna que Dios tiene preparada para nosotros. Pablo, quien sufrió múltiples persecuciones y aflicciones por causa del evangelio, veía sus pruebas como «leves» porque su enfoque estaba en la recompensa eterna y no en el sufrimiento presente.
Este pasaje nos anima a mirar más allá de nuestras dificultades y a confiar en que Dios está obrando en medio de ellas. Nos llama a perseverar en la fe, sabiendo que cada prueba nos prepara para experimentar una gloria mucho mayor en la eternidad.
Oración:
Señor, gracias porque las pruebas que enfrento son momentáneas en comparación con la gloria que me has prometido. Ayúdame a mantener mi mirada en Ti y a confiar en que estás obrando en cada circunstancia. Dame fortaleza para perseverar y fe para vivir con la esperanza de la eternidad contigo. En el nombre de Jesús, Amén.
