Publicado por 2 Corintios 12
2 Corintios 12 nos enseña que Dios usa nuestras debilidades para mostrar su poder. En lugar de quejarnos, debemos aprender a depender de su gracia. También nos recuerda que el liderazgo en Cristo no busca poder ni beneficios personales, sino el crecimiento espiritual de los demás. Finalmente, nos llama a examinar nuestras vidas y arrepentirnos de nuestros pecados, para que cuando Cristo venga, nos encuentre preparados.
Las Revelaciones de Pablo y el «Aguijón en la Carne» (2 Corintios 12:1-10)
Pablo habla de una visión celestial en la que fue llevado hasta el «tercer cielo». Aunque no dice que fue él mismo, deja claro que vio cosas inefables que no puede expresar.
Sin embargo, para evitar que se enorgulleciera por estas revelaciones, Dios permitió un «aguijón en la carne», un sufrimiento o debilidad constante que lo mantenía humilde. Pablo oró tres veces para que Dios se lo quitara, pero el Señor le respondió:
«Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad.»
Pablo entonces aprende a gloriarse en sus debilidades, porque cuando es débil, es cuando más depende del poder de Dios.
La Preocupación de Pablo por los Corintios (2 Corintios 12:11-18)
Pablo se defiende de aquellos que lo menosprecian. Les recuerda que él demostró su apostolado con señales, milagros y paciencia, y que nunca fue una carga para ellos.
Les dice que su único interés es su bienestar espiritual, y que todo lo ha hecho por amor a ellos, no por interés personal.
Advertencia y Temor ante su Próxima Visita (2 Corintios 12:19-21)
Pablo teme que cuando visite Corinto encuentre divisiones, celos, envidias, iras y pecados sin arrepentimiento. Les advierte que si no se corrigen, tendrá que reprenderlos con firmeza.
Su deseo es que se arrepientan y vivan en santidad, para que cuando llegue, pueda gozarse en lugar de lamentarse.
Versículo clave 2 Corintios 12:
«Y me dijo: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.» 2 Corintios 12:9
Este versículo es una respuesta de Dios a Pablo cuando él le pidió que le quitara un «aguijón en la carne» que lo afligía. En lugar de quitarle la prueba, Dios le recordó que su gracia era suficiente y que su poder se manifestaba en la debilidad. Pablo aprendió que, en sus momentos de mayor debilidad, podía depender completamente de Dios, permitiendo que Su fuerza se hiciera evidente en su vida.
Este pasaje nos enseña que no necesitamos tener todas las respuestas ni ser fuertes por nosotros mismos. Dios usa nuestras debilidades para mostrar su gloria y poder. Nos invita a confiar en Su gracia y a descansar en Él en los momentos de dificultad.
Oración:
Señor, gracias porque tu gracia es suficiente para mí. Ayúdame a confiar en tu poder cuando me sienta débil, y a depender completamente de Ti en cada situación. Enséñame a gloriarme en mis debilidades, sabiendo que en ellas tu fuerza se hace perfecta. En el nombre de Jesús, Amén.
