Biblia Devocional en 1 Año: 2 Corintios 1

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2 Corintios 1

2 Corintios 1 nos recuerda que Dios es nuestro consuelo en medio del sufrimiento y que Él usa nuestras pruebas para que podamos consolar a otros. También nos desafía a confiar en Dios en tiempos difíciles y no en nuestras propias fuerzas. Además, nos enseña que la integridad y la sinceridad son esenciales en nuestro testimonio cristiano, y que Dios siempre cumple sus promesas en Cristo.

Saludo y Acción de Gracias por la Consolación de Dios (2 Corintios 1:1-7)

Pablo comienza la carta saludando a los creyentes de Corinto y a todos los santos en Acaya. Luego, bendice a Dios como el Padre de misericordias y Dios de toda consolación, quien nos consuela en nuestras tribulaciones para que podamos consolar a otros con el mismo consuelo que hemos recibido.

Explica que así como los creyentes comparten los sufrimientos de Cristo, también comparten su consuelo y salvación.

Dios Libera de la Aflicción (2 Corintios 1:8-11)

Pablo comparte que él y sus compañeros sufrieron tribulación extrema en Asia, al punto de sentir que iban a morir. Sin embargo, esto los llevó a confiar en Dios y no en sí mismos.

Dios los libró y seguirá librándolos, y Pablo pide que oren por él, porque sus oraciones ayudarán a que muchos den gracias a Dios por su liberación.

La Sinceridad de Pablo en su Ministerio (2 Corintios 1:12-14)

Pablo defiende su integridad, diciendo que ha actuado con sinceridad y pureza de Dios, no con sabiduría mundana. Afirma que lo que ha escrito es claro y que espera que los corintios lo comprendan plenamente.

El Cambio de Planes de Pablo (2 Corintios 1:15-24)

Pablo explica que su cambio de planes no fue por inconstancia. Había planeado visitar a Corinto, pero no lo hizo para no causarles tristeza. Les asegura que su palabra no es incierta porque el evangelio de Cristo es firme: en Él, todas las promesas de Dios son «Sí» y «Amén».

Declara que Dios los ha ungido y sellado con su Espíritu Santo, como garantía de su salvación. Finalmente, dice que no quiso visitarlos para evitar reprenderlos con dureza, porque desea que se fortalezcan en la fe con gozo.

Versículo clave de 2 Corintios 1:

«Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación.» 2 Corintios 1:3

Este versículo nos revela el carácter amoroso de Dios como el “Padre de misericordias y Dios de toda consolación.” Pablo, quien había enfrentado muchas aflicciones, testifica que Dios es quien consuela a sus hijos en los momentos de dificultad. No importa cuán grande sea el dolor o la prueba, Él está siempre presente para brindar alivio y fortaleza.

Este pasaje nos recuerda que Dios es nuestra fuente de consuelo en toda circunstancia. Su misericordia nos sostiene en los momentos de debilidad y nos capacita para consolar a otros con el mismo amor con el que hemos sido consolados.

Oración:

Señor, gracias porque eres el Dios de toda consolación. En los momentos de prueba, ayúdame a encontrar paz en tu presencia y a confiar en tu misericordia. Enséñame a consolar a otros con el mismo amor con el que Tú me sostienes. Que mi vida refleje tu gracia y tu compasión. En el nombre de Jesús, Amén.