Biblia Devocional en 1 Año: 1 Pedro 1

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1 Pedro 1 – La Salvación y la Esperanza Viva

1 Pedro 1 nos recuerda que la salvación en Cristo es una esperanza viva que debe influir en nuestra vida diaria, incluso cuando enfrentamos pruebas.

  • La gracia de Dios nos llama a vivir con santidad, reflejando en nuestras vidas el carácter de Cristo.
  • Somos redimidos por la sangre de Cristo, y nuestra fe debe estar puesta en Dios, que resucitó a Jesús para nuestra justificación.

Este capítulo también nos desafía a amar sinceramente a nuestros hermanos, reconociendo que hemos sido nacidos de nuevo por la palabra viva de Dios.
La fe cristiana no es solo una creencia interior, sino una vivencia transformadora que se refleja en nuestra esperanza, santidad y amor fraternal.

1. Saludo y Bendición a los Creyentes (1 Pedro 1:1–2)

Pedro, apóstol de Jesucristo, escribe a los extranjeros dispersos en varias regiones (Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia), es decir, a los creyentes que viven en territorios no judíos.
Les dirige un saludo de gracia y paz, y comienza bendiciendo a Dios:

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo” (v.3), quien, por su gran misericordia, ha hecho posible nuestra nueva vida a través de la resurrección de Jesucristo de entre los muertos.

2. La Esperanza Viva (1 Pedro 1:3-5)

Pedro explica que, por la resurrección de Cristo, los creyentes han nacido de nuevo para una esperanza viva, que está asegurada por la salvación que Dios nos ha dado.
Esta esperanza no es efímera, sino que:

  • Está reservada en los cielos para nosotros,
  • Es incorruptible, incontaminada e inmarcesible.

El creyente está guardado por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que será revelada al final de los tiempos.

3. El Gozo en Medio de las Pruebas (1 Pedro 1:6-9)

Aunque los creyentes enfrentan pruebas y aflicciones en esta vida, deben regocijarse porque su fe es más preciosa que el oro, aunque sea probada por el fuego.
Las pruebas purifican la fe, y al final, el resultado será la alabanza, honra y gloria en la revelación de Jesucristo.

  • Aunque no le han visto, le aman y creen en Él,
  • Obtendrán el fin de su fe, que es la salvación de sus almas.

4. La Salvación: Profetizada y Revelada (1 Pedro 1:10-12)

Pedro afirma que los profetas del Antiguo Testamento predijeron la gracia que habría de venir a los gentiles, pero no comprendieron completamente el misterio de la salvación.
Estos profetas hablaron de la gracia que vendría a través de Cristo y, aunque no entendieron plenamente, servían a nosotros cuando predijeron la venida del Mesías.

Ahora, esta salvación ha sido revelada a los creyentes, por medio del Espíritu Santo, quien envió a los ángeles a desear conocer este misterio.

5. Llamado a la Santidad (1 Pedro 1:13-16)

Pedro insta a los creyentes a prepararse para la acción, teniendo en mente la esperanza completa en la gracia de Jesucristo.
Exhorta a vivir de manera santa, como Dios es santo, porque está escrito:

“Sed santos, porque yo soy santo” (Levítico 11:44).

Este llamado a la santidad no es solo un mandato moral, sino una respuesta a la gracia salvadora de Dios.

6. La Redención por la Sangre de Cristo (1 Pedro 1:17-21)

Los creyentes deben vivir con temor reverente sabiendo que fueron redimidos no con cosas perecederas, como el oro o la plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación.

  • Cristo fue predestinado antes de la fundación del mundo, pero fue manifiesto en los últimos tiempos por amor a nosotros.
  • Por Él creemos en Dios, quien le resucitó de los muertos, dándole gloria, para que nuestra fe y esperanza estén en Dios.

7. El Amor Fraternal y la Palabra Viva (1 Pedro 1:22-25)

Pedro anima a los creyentes a amar a los hermanos de corazón puro, sin fingimiento, porque han sido nacidos de nuevo a través de la palabra viva y eterna de Dios.

La palabra de Dios es eterna y permanecerá para siempre, mientras que todas las cosas humanas son como la hierba, que se marchita y cae.

Versículo clave de 1 Pedro 1:

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva por la resurrección de Jesucristo de los muertos. 1 Pedro 1:3

Este versículo celebra la misericordia de Dios que nos ha dado una nueva vida en Cristo, una esperanza viva y eterna. A través de la resurrección de Jesús, hemos sido renovados espiritualmente, y ahora podemos vivir con la seguridad de una esperanza que no se desvanece ni se pierde. No es una esperanza temporal o vacía, sino una esperanza sólida, basada en lo que Cristo hizo por nosotros.

Este pasaje nos anima a recordar que nuestra esperanza no está en las circunstancias de este mundo, sino en la promesa segura que Dios nos ha dado. La resurrección de Cristo garantiza que nuestra fe no es en vano, sino que nos lleva a una herencia incorruptible e inquebrantable.

Oración:

Señor, gracias por la esperanza viva que me has dado en Cristo. Gracias porque, a través de su resurrección, tengo una esperanza que no se desvanece. Ayúdame a vivir cada día con la certeza de tu misericordia y la seguridad de tu promesa. Que mi vida refleje esta esperanza eterna que tengo en Ti. En el nombre de Jesús, Amén.