Versículo:
Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Gálatas 5:16–17
Comentario:
El Espíritu Santo es uno de los dones más preciosos de Dios para Sus amados hijos. El Espíritu habita en los creyentes desde el momento de la salvación y les da poder para vencer el pecado y vivir para la gloria de Dios (Juan 15:26–27). Sin embargo, Su poder puede ser obstaculizado o ignorado.
Caminar en el Espíritu significa depender completamente de Él. El Espíritu Santo guía el camino, y nosotros lo seguimos. Cuando Él habla, escuchamos, atendemos Sus advertencias y obedecemos Sus direcciones. Este camino de entrega, aunque a veces difícil, conduce a una vida plena. El Espíritu no solo guía, sino que también provee todo lo necesario para vivir con rectitud y producir Su fruto (Gálatas 5:22–23).
Ser guiados por el Espíritu debería ser el estilo de vida natural de todos los hijos e hijas de Dios. Debemos procurar conscientemente mantenernos sensibles a Su presencia durante el día. A medida que lo hacemos, Él nos vuelve atentos a las cosas de Dios y nos da entendimiento sobre las situaciones y personas que nos rodean.
Camina hoy con el Espíritu. Aprende a reconocer Su voz pasando tiempo en la Palabra y en oración. Enfoca tus pensamientos en Él, pide Su dirección y espera con fe Su guía.
Oración:
Espíritu Santo, gracias por morar en mí y guiarme cada día. Enséñame a escuchar Tu voz con atención y obedecer Tus instrucciones con un corazón dispuesto. Líbrame de confiar en mi propio entendimiento y hazme sensible a Tu dirección. Que mis pensamientos, palabras y acciones reflejen Tu fruto en mí. Dirige mis pasos y úsame para glorificar a Cristo. En El Nombre de Jesús, Amén.