26 de Diciembre: El Sermón de la montaña

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Palabra:

Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. (Mateo 7:15)

En su mensaje sobre las opciones que debemos tomar en nuestra vida espiritual, Jesús nos da una advertencia significativa, impresionante y oportuna; como si las innumerables opciones y puertas que tenemos ante nosotros no fueran suficientes, nos advierte de las que podríamos llamar «porteros» de estas puertas.

Jesús afirma que aparecerían hombres con objetivos bien definidos que trabajarían para atraer, reunir y alejar a la gente del plan de Dios; a estos, Jesús los llamó «falsos profetas», hablarían y predicarían al pueblo; sin embargo, su mensaje no tendría valor divino.

Más que un falso mensaje, capaz de hacer el camino equivocado y la puerta correcta, estos falsos profetas utilizarían una táctica dañina al mezclarse con el rebaño vestido de oveja, aunque fueran, en su esencia, lobos.

No cambiaban su naturaleza, de lobo a oveja, sino que la disfrazaban para poner en práctica su verdadera naturaleza, que es la de ser devoradores.

Cuando uno se deja llevar por los movimientos y los falsos pastores, sin pensar o reflexionar en sus mensajes, se está caminando directamente a la puerta ancha con un final claro y desastroso.

Si queremos llegar al centro de la voluntad de Dios, debemos seguir su voz (leer Juan 10:10-14).

¡Cuidado con las puertas… cuidado con los porteros…Escuchemos con atención la Palabra del Señor!

Oración:

Señor, concédeme la audacia parar reconocer a los lobos vestidos de ovejas, a los falsos profetas que quieren usar la confusión y el engaño para llevarnos a la puerta ancha que nos aleja de Tu salvación. Que pongamos en el centro de nuestras vidas las inexorables verdades que en Tu Palabra nos has legado y que nos conduzcamos por ella, siendo este proceder, el escudo por el cuál nos defendamos y derrotemos cualquier intención contraria a Ti, a Tus caminos de bien y a Tu maravillosa voluntad. 

Más Palabra Edificada / Enseñanzas de Jesús

«Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.» Mateo 7:13-14

«No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.» Mateo 7:1-2

«Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa» Mateo 5:38-40

«Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo.» Mateo 19:19

«Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.» Mateo 7:12

«Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.» Mateo 6:14-15

«Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.» Mateo 5:7

«Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?» Mateo 16:26

«Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?» Mateo 6:25

» Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.» Mateo 6:24

«Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.» Mateo 5:9

» Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.» Mateo 15:14

«No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.» Mateo 15:11