25 de Octubre: Fe perseverante

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Palabra:

Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra? (Lucas 18:8)

En la vida espiritual la perseverancia es una de las cualidades indispensables para alcanzar la victoria. Tiene un peso incalculable porque la mayoría de las conquistas en el reino son lentas y trabajosas; solamente las disfrutamos luego de un prolongado período de esfuerzo. Requieren la disposición de persistir en caminar en una misma dirección aun cuando veamos, en lo inmediato, pocos frutos por nuestro esfuerzo.

Cristo sabía que el desánimo sería uno de los enemigos a derrotar en la vida de sus discípulos. La disparidad entre el esfuerzo invertido y los frutos cosechados los llevaría a cuestionar si un proyecto realmente valía el sacrificio que exigía. Por esto, en varias oportunidades les advirtió que debían perseverar en el camino que les había señalado.

Compartió la parábola de la viuda con el juez injusto, en Lucas 18.1-8, como parte de ese proceso de formar en ellos esta característica. Su intención, según el autor, era enseñarles «sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar» (v. 1). La viuda, que es el personaje principal de la historia, logra reivindicar su situación mediante una porfiada insistencia que no admite una negativa por parte del juez injusto. La inacción de él no la disuade. Lo acaba agotando con sus reclamos de una solución justa para la situación que enfrenta.

Jesús señala, en la conclusión de la parábola, cuál es el ingrediente que permite mantener viva esta obstinación cuando todo invita a claudicar. Lo hace por medio de una pregunta comprometedora: cuando él regrese «¿hallará en la tierra?» (v. 8).

La fe es una convicción inamovible de que algo inexistente en el presente será una realidad, visible y palpable, en el futuro. Puede tratarse de un ministerio, una conversión, los recursos para un proyecto, la transformación de un pueblo o la plantación de congregaciones donde no las hay. El elemento que une a todos estos objetivos es la convicción inamovible de que, en algún momento, dejarán de ser un sueño y se convertirán en un hecho incontrovertible.

Esta fe solamente puede mantenerse vigorosa cuando existe una férrea convicción de que el Padre se deleita en responder a las peticiones de sus hijos. Aunque el tiempo que pasa entre pedido y respuesta rara vez coincide con nuestro cronograma, la convicción de que responderá nunca se debilita. Detrás de esa seguridad existe certeza acerca del corazón bueno y compasivo que posee. El clamor de sus hijos nunca cae sobre oídos sordos. No nos ignora, ni se fastidia ante nuestra insistencia. Se ha propuesto hacernos bien, y aun la demora en responder manifiesta su compromiso de invertir en nuestra vida.

Oración:

Señor, que mi corazón, mi espíritu y mi mente, se fortalezcan durante la prueba, en la verdad de que no habrá momento en el que no escuches ni respondas nuestras súplicas, pues siempre estás allí para librarnos, guiarnos y amarnos. Amén.

Mas Palabra Edificada/Poder de la Fe:

-«Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.» Hebreos 11:1

-«Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.» 1 Timoteo 6:12

-«…conforme a la fe de los escogidos de Dios.» Tito 1:1

-«…que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones…» Hebreos 11:33

acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.» Hebreos 10:22

-«Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.» Santiago 1:6

-«Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?» Santiago 2:5

-«Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.» Santiago 2:8

-«…una fe igualmente preciosa que la nuestra…» 2 Pedro 1:1

-«¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?» Santiago 2:22