15 de Mayo: Cómo niños, dar gracias

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«Mas gracia sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro señor Jesucristo» (1 Corintios 15:57)

De niño, siempre fui instado por mis padres a dar gracias. Apenas recibía un caramelo, una galleta, algún regalo de algún conocido, inmediatamente sentía el pequeño empujón o veía el guiño del ojo que me llevaba a decir “Gracias”. En ese entonces aprendí que con el agradecimiento expresamos nuestra humildad y aprecio al sentido de cuidado, que tuvo con nosotros, aquel que se preocupó, dándonos.

Ya adulto, me hice consciente de que, apreciar lo recibido, no es la única forma de agradecer. Existe otra muy importante, que reside en aprovechar al máximo las oportunidades que nos están dando, poniendo lo mejor de nosotros para cada uno de tales fines. Recuerdo que esta, fue la forma de agradecer a mi tío, el trabajo de limpiar y organizar herramientas en su taller que me dio a los 18 años. Trabajaba medio día extra a la semana, para que mi buena disposición y determinación a mejorar, fueran una muestra de lo agradecido que estaba con esa oportunidad.

Cuando decidimos caminar junto al Señor, debemos ver la gratitud como un valor fundamental con el que debe hacerse nuestro carácter. La gratitud es reconocer el hecho de que todo lo que tenemos es resultado del propósito de Dios en nosotros mediante nuestras realidades y a través de aquellos que nos rodean: padres, familiares, amigos, etc. Como dice en 1 Corintios 4:7: “Porque ¿quién te distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?”.

Incluso en los días de la adversidad, en medio de las tragedias, que todos en algún momento enfrentamos, Dios nos manda que demos gracias en todo, porque es una forma de reconocer su soberanía, que todo procede de Él, y que Él determina la naturaleza de las cosas. Como dijo Job 1:21: “Jehová dio, Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito”. Cuando damos gracias, expresamos nuestra confianza y dependencia de Dios y de su gran amor.

Empecemos entonces a forjar y fortalecer en nosotros el espíritu de gratitud, que nos permita admirar en El Señor, el regalo maravilloso de un nuevo día junto a los seres que apreciamos y valoramos.  Este será el camino para sentirnos más felices y disfrutar nuestra vida junto a Dios.

Ora:

Señor, permíteme apreciar con espíritu de gratitud, el hermoso regalo de un nuevo día junto a ti. Concédeme la humildad, para aceptar todo lo que dispones en mi vida, siendo consciente de que aquello que me brindas es lo requiero para cumplir el propósito al que me has llamado. Amén

Resumen de Capítulo – (1 Corintios 15:57):

El versículo 1 Corintios 15:57 es una declaración de triunfo y gratitud, en el que Pablo celebra la victoria sobre la muerte y el pecado otorgada por Dios a través de Jesucristo. Este versículo forma parte de una discusión más amplia sobre la resurrección y la vida eterna, destacando que, aunque la muerte y el pecado son enemigos poderosos, los creyentes pueden tener confianza en la victoria final que Dios proporciona a través de Jesús.

Referencias Cruzadas – (1 Corintios 15:57):

Romanos 7:25:
«Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.»

2 Corintios 2:14:
«Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento.»

Romanos 8:37:
«Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.»