11 de Noviembre: Ni Hambre, Ni Sed

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Palabra:

Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. (Juan 6:35)

Una multitud rodeó a Jesús. El día anterior, querían proclamarlo rey porque les había provisto de comida. Pero Él se había retirado a un lugar solitario en las montañas, ya que nadie tenía el derecho de conferirle tal lugar. Además, los motivos de esas personas eran dudosos: lo que realmente querían era la comida diaria. Entonces les dijo: «Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece», y añadió que debían creer en Aquel a quien el Padre había enviado (Juan 6:27-29).

La intención de la multitud también era ver más milagros. Entonces Jesús también tuvo una respuesta para ellos y declaró, «Yo soy el pan de vida», y les mostró que podía satisfacer sus necesidades espirituales para siempre.

La humanidad tiene necesidades tanto materiales como espirituales. Sin embargo, mientras las personas vivan sus vidas sin una relación real con Dios, no estarán «vivas» en el verdadero sentido de la palabra. Algo faltará internamente; y es que hay una sed que nada en el mundo puede saciar.

Quienquiera que se acerque al Señor  y se entregue a Él obtiene la respuesta a todo tipo de necesidades y preguntas. Todo lo que Dios ha dicho y hecho es la luz que promueve y aumenta la comprensión del creyente. Toda su perfección moral se convierte en alimento espiritual para los que le aman. Y el que lo ama no volverá a tener hambre ni sed nunca más.

Oración:

Señor, sacia la sed de mi espíritu con las maravillosas verdades que encontramos en Tus Santas Escrituras. Sacia mi hambre de fe, dándome un corazón agradecido por las bendiciones que día a día pones en mi vida y por la misericordia que me otorgas, aún cuando siendo imperfecto, no me abandonas y me libras siempre, de todo mal. Amén.

Más Palabra Edificada / Provisión de Dios:

«Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.» Filipenses 4:19

«Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?» Mateo 6:26

«Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré» Hebreos 13:5

«Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra» 2 Corintios 9:8

» Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.» 2 Corintios 9:10-11

» Jehová es mi pastor; nada me faltará.» Salmos 23:1

«Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.» Malaquias 3:10

«El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.» Mateo 6:11

«Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.» Mateo 6:32