01 de Octubre: Respuesta a una dificultad

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(Lee al final el estudio contextual resumido de este devocional. Esperamos sea de bendición)

Palabra:

Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. (Romanos 8:18)

¿Cuál es su primera reacción cuando enfrenta una dificultad? Algunas personas se fatigan buscando una respuesta o bien un escape. Otras se declaran derrotadas considerando que la situación es un caso perdido. Afortunadamente, usted como cristiano puede acudir de inmediato al Señor buscando su guía. De manera que lo que le pregunte en oración es de mucha importancia.

• Señor, ¿qué voy a hacer? A primera vista, esta parece ser la pregunta correcta, ¿pero lo es? El problema con esta pregunta es que, a pesar de que estamos buscando la guía del Señor, la atención está puesta en nuestra acción. Eso significa que la manera en que pensamos manejar la situación está limitada por nuestras capacidades, recursos y apreciación. Con demasiada frecuencia, nuestras mentes comenzarán a idear planes posibles, y pronto recurrimos a manipulaciones y maniobras intentando solucionar el problema.

• Señor, ¿qué vas a hacer? Esta es la pregunta correcta, porque ahora la atención se ha desplazado a la omnisciencia y a la omnipotencia del Dios todopoderoso. Él nos sacará del encierro que nos aprisione, y nos aclarará cualquier situación que nos ofusque. Dios tiene el poder para realizar sus planes, que —a diferencia de nuestras soluciones— son perfectos, y que siempre lo glorifican a Él.

Para orar correctamente, usted debe estar dispuesto a entregar todos sus planes en manos de Dios. Él no solo sabe qué hacer y cómo lograrlo, sino también tiene el poder de abrir un camino a través de cualquier imposibilidad. Usted simplemente debe confiar en Él y obedecer sus instrucciones.

Oración:

Señor, permíteme responder de la manera adecuada, a cada una de las dificultades que encuentre, siguiendo siempre La sabiduría de Tu Palabra. En mis manos pongo todos mis deseos y objetivos, sabiendo que te encuentras conmigo. Amén

Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen del capítulo Romanos:

En Romanos 7, Pablo reveló su frustración por tratar de hacer el bien sólo para ser frustrado por su pecado. Sin embargo, comienza Romanos 8 con la afirmación triunfante de que no hay condenación para los que están en Cristo Jesús. Vivimos en el Espíritu y nos relacionamos con Dios como un hijo con su padre. El Espíritu nos ayuda en esta época de sufrimiento junto con toda la creación, mientras esperamos que nuestra adopción se complete con la redención de nuestros cuerpos. Sin embargo, estamos seguros de que Dios está a nuestro favor y nada puede separarnos de su amor.

Referencias cruzadas por término – Romanos 8:18:
Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente:

Muchas son las aflicciones del justo,
Pero de todas ellas le librará Jehová.
Salmo 34:19

Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.
Mateo 10:38

Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria.
2 Corintios 4:17

¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Romanos 8:35

Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado.
1 Pedro 4:1

Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis.
1 Pedro 3:14

Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él.
Filipenses 1:29

Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.
Gálatas 6:2

No son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse:

¿Quién es este Rey de gloria? Jehová de los ejércitos, El es el Rey de la gloria. Selah. Salmo 24:10

Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. 2 Coríntios 3:18

Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén. Filipenses 4:20

Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? Juan 11:40

A quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria. Colosenses 1:27

Sea llena mi boca de tu alabanza, De tu gloria todo el día. Salmos 71:8e