Versículo:
Celebrarán los cielos tus maravillas, oh Jehová, Tu verdad también en la congregación de los santos. Porque ¿quién en los cielos se igualará a Jehová? ¿Quién será semejante a Jehová entre los hijos de los potentados? Salmos 89:5-6
Comentario:
Las oraciones sinceras de David llenan las páginas del libro de los Salmos. A veces elevaba peticiones, pero la mayoría de sus conversaciones con Dios se centraban en Su grandeza, amor, poder y protección. En otras palabras, las oraciones de David estaban impregnadas de adoración.
Consideremos algunos ejemplos de salmos que destacan los atributos de Dios:
- “¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?” (Salmos 139:7).
Dios está en todas partes. No está limitado por el tiempo ni por el espacio; jamás estamos fuera de Su alcance o fuera de Su cuidado. - “Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; y su entendimiento es infinito.” (Salmos 147:5).
El Señor lo sabe todo. Antes de que oremos, Él ya conoce nuestras necesidades y comprende lo que sentimos. - “Alabad a Jehová, porque él es bueno; porque para siempre es su misericordia.” (Salmos 136:1).
El carácter de Dios es constante. Siempre podemos confiar en Su fidelidad, Su amor y Su misericordia, sin importar la circunstancia.
Cuando recordamos los atributos de nuestro Padre celestial, enfocamos nuestras oraciones más en quién es Él que en lo que queremos de Él. Y cuando hacemos eso, aprendemos a orar conforme a Su voluntad y no solo por nuestras necesidades. Adorarle por lo que es nos lleva a confiar plenamente en Su carácter y a descansar en Su bondad.
Oración:
Padre eterno, gracias por ser fiel, poderoso y lleno de amor. Ayúdame a adorarte no solo por lo que haces, sino por quién eres. Que mis oraciones se llenen de gratitud y de alabanza, recordando siempre tu grandeza y tu misericordia eterna. En el Nombre de Jesús, Amén.