Versículo:
Eligió a David su siervo, Y lo tomó de las majadas de las ovejas; De tras las paridas lo trajo, Para que apacentase a Jacob su pueblo, Y a Israel su heredad. Y los apacentó conforme a la integridad de su corazón, Los pastoreó con la pericia de sus manos. Salmos 78:70-72
Comentario:
A lo largo de su vida, David sirvió a Dios en múltiples funciones. El relato bíblico muestra cómo su devoción en diversas etapas permitió que el Señor lo usara de manera poderosa:
Pastor. David fue ungido rey mucho antes de tomar el trono (1 Samuel 16:1-13). Durante esos años de espera, aprendió a ser fuerte, valiente y a cuidar de los más débiles. Su obediencia inicial a su padre terrenal le enseñó la humildad que luego necesitaría para depender completamente de Dios.
Salmista. Sus escritos revelan su profundo anhelo por el Señor. David es transparente sobre su temor, tristeza, derrota, soledad y angustia. Al describir sus experiencias en los valles y sus vigilias nocturnas con Dios, nos da vislumbres íntimos del carácter del Padre que conocía tan bien.
Comandante. Reinó sobre Israel durante 40 años, y su pueblo llegó a llamar a Jerusalén la “Ciudad de David”.
Su vida también nos enseña sobre las consecuencias del pecado y la infinitud de la gracia de Dios. David sirvió al propósito divino no solo en sus días, sino también desde entonces: mediante sus escritos y el testimonio de su vida, innumerables creyentes han sido bendecidos por su obediencia, servicio y dones. Él es un gran ejemplo de lo que Dios puede hacer con quienes rinden su vida a Él.
Oración:
Señor, gracias por el ejemplo de David y por recordarme que usas vidas entregadas, no perfectas. Enséñame a servirte con humildad, valentía y devoción en cada etapa de mi vida. Que aprenda a depender de Ti, a reconocer mis fallas y a descansar en Tu gracia ilimitada. Forma en mí un corazón dispuesto a obedecerte siempre, para que mi vida también refleje Tu propósito eterno. En El Nombre de Jesús, Amén.