Publicado por Versículo:
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Romanos 5:1
Comentario:
¿Qué nos da verdadera paz? Muchos dirían que la tranquilidad interior depende de las circunstancias: una buena relación de pareja, un empleo estable o una salud fuerte. Pero, ¿qué pasa cuando surgen los conflictos, el trabajo se pierde o la enfermedad toca a la puerta? Entonces, esa aparente serenidad se desvanece, porque la paz basada en las circunstancias nunca es duradera.
Solo Jesús ofrece una paz profunda y permanente, una que nada puede sacudir. Sin embargo, no podemos experimentar esa paz genuina si no vivimos sometidos a Su voluntad. Cuando rendimos nuestros planes al Señor y confiamos en Su dirección, Su paz comienza a llenar cada rincón de nuestra vida.
Cuando el Espíritu Santo habita en nosotros, podemos enfrentar cada día con confianza y serenidad, no porque todo sea fácil, sino porque estamos en comunión con el Salvador. El apóstol Pablo enseña que, al ser justificados por la fe —declarados libres de culpa gracias al sacrificio de Cristo—, somos reconciliados con Dios, y esa reconciliación abre nuestro corazón a Su perfecta paz.
Si aún no has reconocido delante de Dios el sacrificio de amor que Su Hijo hizo por ti, hoy es el momento perfecto para rendirte a Él. Solo en Jesús encontrarás la paz que el mundo no puede ofrecer y que nada ni nadie podrá quitarte.
Oración:
Señor, gracias porque en Ti encuentro la paz que mi corazón necesita. Ayúdame a confiar en Tu obra y a vivir cada día en comunión contigo. Que Tu Espíritu Santo llene mi mente de calma y mi alma de gratitud. Hoy recibo Tu perdón y descanso en la certeza de Tu amor eterno. En el Nombre de Jesús, Amén.
