Versículo:
Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar. Hebreos 12:3
Comentario:
Como Dios posee conocimiento y sabiduría perfectos (Romanos 11:33), Él sabe exactamente cómo debe vivir cada uno de Sus hijos. Pero, desde nuestra comprensión limitada, a veces nos cuesta discernir Su voluntad. Consideremos cinco obstáculos comunes:
La duda. Podemos perder lo que Dios ha planeado para nosotros porque cuestionamos si realmente está interesado en nuestros problemas o si Su plan es confiable.
El sentimiento de indignidad. Cuando creemos que no merecemos Su amor o Su dirección, nos cuesta confiar en lo que Él ha dispuesto para nosotros.
El exceso de ocupaciones. La vida llena de actividades puede llevarnos a la deriva espiritual. Al concentrarnos en mil cosas, dejamos de preguntarnos qué quiere Dios.
El miedo. Niebla nuestro juicio y dificulta obedecer Su dirección.
El pecado voluntario. Persistir en pensamientos o acciones que sabemos que son incorrectos nos aleja del centro de Su voluntad.
Pero podemos reemplazar estos cinco obstáculos con la verdad: La cruz de Cristo revela que Dios es completamente digno de confianza y que somos profundamente valiosos para Él. Afirma la importancia de Jesús en nuestra vida y resalta la perfección del plan que Dios ha diseñado para nosotros.
Oración:
Padre, elimina de mi corazón todo lo que me impida discernir tu voluntad: la duda, el miedo, la culpa, el ruido de la vida y el pecado que me frena. Ayúdame a fijar mis ojos en Jesús y a confiar en tu sabiduría perfecta. Renueva mi mente y fortalece mi espíritu para caminar cada día en tus propósitos. En El Nombre de Jesús, Amén.