Versículo:
Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar. Y él dijo: ¡Ay, Señor! envía, te ruego, por medio del que debes enviar. Éxodo 4:12-13
Comentario:
La duda puede llenarnos de incertidumbre, volvernos indecisos y afectar nuestra capacidad de conectarnos con Dios. Sabemos que la duda está obrando cuando luchamos por creer las siguientes verdades:
Dios nos ama todo el tiempo. Su amor no fluctúa según nuestro comportamiento. Podemos estar seguros de esto porque “Dios demuestra Su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8). Esa es gracia asombrosa: Dios amándonos incluso cuando nos rebelábamos contra Él.
Dios tiene un plan para perdonarnos nuestra desobediencia. Sabemos que el Padre promete perdonarnos cuando confesamos nuestros pecados, pero muchas veces nos cuesta creer que realmente hemos sido perdonados. Por eso no podemos usar nuestros sentimientos como medidor de la verdad. La Palabra de Dios es verdadera y dice: “Tan lejos como está el oriente del occidente, así alejó de nosotros nuestras transgresiones” (Salmo 103:12).
Dios nos ha llamado a servirle. Nuestro Padre celestial frecuentemente nos invita a unirnos a Su obra, pero la duda puede llevarnos, como a Moisés, a excusarnos y decir que no podemos obedecer (Éxodo 4:10). Sin embargo, Dios promete que nos ha equipado con todo lo que necesitamos para realizar la obra que Él nos ha encomendado (Efesios 2:10).
Todos experimentaremos duda, pero no podemos permitir que nos ciegue ante la verdad: somos amados, escogidos y protegidos por el Dios de toda la creación.
Padre celestial, cuando la duda intente nublar mi fe, recuérdame que Tu amor por mí es constante e inquebrantable. Ayúdame a creer en Tu perdón y en Tu llamado sobre mi vida. Fortalece mi confianza para obedecerte sin excusas y para caminar en las obras que preparaste para mí. Gracias por equiparme, sostenerme y acompañarme siempre. En el nombre de Jesús. Amén.
Oración:
Padre, reconozco mi impotencia y clamo a Ti por liberación. Libérame de pensamientos, hábitos y emociones que no vienen de Ti. Lléname con Tu Espíritu y Tu verdad para caminar en obediencia. Que mi corazón deje la autosuficiencia y aprenda a depender por completo de Tu gracia. Transfórmame desde adentro y llévame a la libertad que solo Tú puedes dar. En Cristo Jesús, Amén.