Versículo:
Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros. 2 Crónicas 20:22
Comentario:
Frente a la derrota segura de su nación, el rey Josafat respondió con adoración. Al leer este pasaje, casi es difícil distinguir entre súplica y alabanza.
El rey guio al pueblo a glorificar a Dios por Su redención pasada. Al enfocarse en el Señor, los israelitas recordaron nuevamente cómo su Padre celestial había intervenido anteriormente. Esto era exactamente lo que Dios les había mandado: enseñar continuamente a sus hijos Sus obras y caminos (Deut. 6:7), para que sus vidas Le honraran. Así se fortalece la fe y se infunde valor.
La alabanza del pueblo preparó el camino para depender completamente de Dios. Humanamente, las probabilidades de que el pequeño ejército de Israel venciera a la unión de tres enemigos eran mínimas. Sin embargo, en ese estado de adoración, pudieron reconocer su debilidad y esperar la intervención divina. Y Dios les dio una solución sorprendente: hacer nada. Israel estaba espiritualmente preparado para obedecer, aun cuando aquello iba contra toda lógica humana.
Dios también quiere guiarte a la victoria en tiempos difíciles. La historia de los israelitas está registrada para que todos los creyentes apliquemos sus principios hoy. Inclina tu corazón y mente al Señor, y Él ampliará tu visión para comprender quién es Él y lo que puede hacer en tu favor.
Oración:
Padre amado, enséñame a responder a mis batallas con adoración, como hizo Josafat. Ayúdame a recordar Tu fidelidad pasada para confiar en Tu poder presente. Reconozco mi debilidad y dependo de Tu intervención. Abre mis ojos para ver Tu mano obrando, incluso cuando me pidas esperar o quedarme quieto. Que mi vida sea guiada por fe, no por miedo, y que yo experimente Tu victoria. En El Nombre de Jesús, Amén.