A veces olvidamos lo fuerte que somos hasta que intentan definirnos con palabras que no nos pertenecen.
Eres más que cualquier opinión ajena, más que cualquier mirada que no te comprende.
Tu valor no depende de lo que otros vean, sino de lo que Dios ya dijo de ti.
No busques validación donde nunca habrá comprensión.
Camina firme, con el corazón en paz y mirada en lo alto porque quien te diseñó sabe perfectamente quién eres.
El Señor te sostiene con su mano derecha victoriosa. Isaías 41:10