LA SEMILLA PACIENTE
Historia:
Una pequeña semilla fue plantada en la tierra oscura.
Al principio sintió miedo porque no podía ver la luz.
Pasaron los días, y aunque parecía que nada sucedía, debajo de la tierra sus raíces comenzaron a crecer.
Un día, al sentir el calor del sol, rompió la tierra y comenzó a subir hacia la luz.
Comprendió que todo ese tiempo oculto no había sido pérdida, sino preparación para crecer fuerte y firme.
Versículo:
“Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.” 1 Corintios 3:7
Lección del Día:
Dios trabaja en silencio en tu vida, aun cuando no ves resultados.
Confía en Su proceso: Él te está haciendo crecer en fe, raíces y fortaleza.