Publicado por Es duro seguirte, Señor, pero imposible dejarte.
Seguir al Señor no siempre es fácil. A veces nos invita a soltar, a confiar sin ver,
a avanzar aun cuando el alma tiembla.
Pero ahí, justo en esos momentos, descubrimos lo más grande:
💛 Que Él nunca abandona.
💛 Que su amor sostiene.
💛 Que su fidelidad supera cualquier cansancio.
Por eso, aunque el camino sea duro, es imposible dejarlo.
Porque en Él encontramos luz para las batallas,
fuerza para los días difíciles
y paz para el corazón inquieto.
Su presencia es ese refugio que ni el miedo, ni la duda, ni el cansancio pueden borrar.
Seguir a Dios puede desafiar, pero quedarse con Él transforma.
Lo que hoy pesa, mañana será testimonio.
Lo que hoy duele, mañana será victoria.
