Guerrero de Dios: Seguir Sus mandatos

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Y les contaron, diciendo: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella. Números 13:27

Dios le dijo a los israelitas que fueran y poseyeran la tierra de Canaán. El pueblo necesitaba un lugar donde prosperar como nación, y el Señor escogió para ellos una tierra excepcionalmente buena.

Siguiendo Su mandato, Moisés envió a doce hombres para explorar la tierra. Pero cuando regresaron, diez de ellos trajeron informes negativos y alarmantes. La mayoría solo veía los obstáculos. Sin embargo, Caleb y Josué se mantuvieron confiados: estaban seguros de que podrían conquistar la tierra (Números 13:30). ¿Por qué? Porque su enfoque no estaba en los gigantes, sino en las promesas de Dios. Ellos recordaban lo que el Señor le había dicho a Abraham: “A tu descendencia daré esta tierra” (Génesis 12:7).

El resto del pueblo, sin embargo, no compartía su fe. Los relatos de ciudades fortificadas y hombres enormes los llenaron de miedo. Olvidaron que Dios ya había demostrado Su poder: Él había abierto el Mar Rojo y los había sustentado en el desierto. Aun así, eligieron enfocarse en el peligro en lugar de confiar en Su fidelidad.

Cuando fijamos la mirada en los obstáculos, nuestra visión se distorsiona. Los problemas se agrandan y perdemos de vista los pasos de fe que debemos dar. Pero si Dios nos ha llamado a hacer algo, no necesitamos temer; ya ha preparado el camino. Él puede abrirlo, rodearlo o incluso derribar cualquier barrera que se interponga en el cumplimiento de Su propósito para nuestra vida.

Reflexión:

¿Dónde está puesto tu enfoque hoy? ¿En los gigantes que parecen imposibles de vencer o en el Dios que nunca falla? Decide mirar más allá de los obstáculos y confiar en que el Señor cumplirá Sus promesas.

Señor, ayúdame a mirar con los ojos de la fe y no del miedo. Enséñame a confiar en Tus promesas más que en mis circunstancias, sabiendo que Tú siempre preparas el camino para cumplir Tu propósito en mí. En El Nombre de Jesús, Amén.