Guerrero de Dios: Discernimiento y sabiduría en Espíritu

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Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo. Filipenses 1:9-10

Las cosas no siempre son lo que parecen.

Esa frase podría ser el lema de muchos libros y películas de misterio, pero también es una gran verdad para la vida diaria. Con frecuencia, las personas toman decisiones basadas en sus emociones o en lo que parece correcto o ideal. Sin embargo, Dios ha dado a cada creyente Su Espíritu para que podamos tener discernimiento y elegir con sabiduría.

Pensemos en cuántas decisiones debemos tomar cada día: relacionadas con la familia, el trabajo, las finanzas o nuestras relaciones. En un mundo perfecto, siempre habría una opción claramente correcta y otra claramente incorrecta. Pero en la realidad, lo que parece correcto no siempre lo es. Algunas decisiones, aunque no sean abiertamente malas o pecaminosas, pueden estar fuera de la voluntad de Dios para nosotros.

La Palabra de Dios no ofrece instrucciones específicas para cada situación de la vida, pero sí nos proporciona principios divinos y ejemplos que nos ayudan a juzgar correctamente (2 Pedro 1:3). A medida que maduramos espiritualmente y permitimos que el Espíritu Santo nos guíe, aprendemos a aplicar esos principios a nuestras circunstancias diarias.

El verdadero desafío no es decidir entre lo que “se ve bien” o “se siente bien”, sino discernir qué es lo que Dios quiere para ese momento de nuestra vida. El discernimiento espiritual es indispensable para vivir conforme a Su voluntad. Muchas veces, lo que parece lógico o deseable para nosotros puede ir en dirección contraria a lo que el Señor desea.

Por eso, debemos examinar cada decisión a la luz de la Palabra de Dios y pedir al Espíritu Santo que nos dé entendimiento y claridad. Solo así podremos caminar con seguridad en los caminos del Señor y evitar los desvíos que, aunque atractivos, nos alejan de Su propósito.

Reflexión:

¿Tomas tus decisiones basándote en lo que sientes o en lo que Dios te revela? Pide hoy al Señor que te conceda un espíritu de discernimiento para conocer y seguir Su perfecta voluntad.

Padre, gracias por darme Tu Espíritu para guiarme en cada decisión. Enséñame a no confiar en mis emociones ni en mi propio entendimiento, sino en Tu sabiduría. Quiero hacer lo que Tú deseas, no lo que parece correcto a mis ojos. En El Nombre de Jesús, Amén.