Publicado por El Dios de este pueblo de Israel escogió a nuestros padres, y enalteció al pueblo, siendo ellos extranjeros en tierra de Egipto, y con brazo levantado los sacó de ella. Hechos 13:17
¿Alguna vez has visto una lápida con una inscripción que te conmovió? Tal vez decía: “Madre devota” o “Amigo fiel”. ¿Qué te gustaría que dijera la tuya? ¿Qué frase resumiría tu vida?
En el libro de los Hechos, encontramos cómo la historia recordó al rey David. En una predicación dirigida a un grupo judío, el apóstol Pablo mencionó a David, quien era muy conocido entre su audiencia. De entre todos los grandes logros del rey, Pablo eligió una sola descripción: “He hallado a David, hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón” (Hechos 13:22).
¿Qué significa ser una persona conforme al corazón de Dios? Para David, esto implicó tener una relación íntima con el Señor (Salmos 63:1; 63:6-8). No se trataba simplemente de orar o asistir al templo, sino de un deseo profundo de buscar al Padre, conocerle y complacerle (Salmos 42:1).
Ser una persona conforme al corazón de Dios requiere sensibilidad espiritual, humildad, obediencia y arrepentimiento sincero. David falló muchas veces, pero su corazón permaneció sensible a la voz de Dios. Cuando pecaba, no se justificaba; corría a pedir perdón. Y cuando Dios le hablaba, respondía con fe y adoración.
Pregúntate: ¿qué tendría que cambiar en mi vida para que se me describiera como alguien conforme al corazón de Dios? ¿Qué cosas deberían desaparecer? ¿Qué actitudes deberían crecer? Pídele al Señor que te guíe y te transforme día a día, hasta que tu vida sea un reflejo de Su corazón.
Señor, anhelo ser una persona conforme a Tu corazón. Purifica mis intenciones y ayúdame a buscarte sinceramente. Enséñame a obedecerte con gozo, a arrepentirme sin orgullo y a caminar cada día más cerca de Ti. Que mi vida entera sea una inscripción viva de Tu amor y fidelidad. En el Nombre de Jesús, Amén.
