Guerrero de Dios: De rodillas ante Cristo

Publicado por

Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu. Efesios 3:14-16

Pablo escribió con frecuencia sobre la necesidad de depender de la fuerza de Cristo. Él compartió una promesa que el Señor le había dado: “Mi gracia es suficiente para ti, porque mi poder se perfecciona en la debilidad” (2 Corintios 12:9). Pablo fue un gran líder cristiano, pero ante los ojos de Dios no era más merecedor de gracia que cualquier otra persona. Nosotros podemos tener la misma confianza en el poder del Señor que él tuvo.

Cuando Pablo recibió a Jesús como su Señor y Salvador, fue adoptado como hijo de Dios. Sus pecados fueron perdonados y recibió al Espíritu Santo (Hechos 13:9), lo cual le permitió comenzar su obra en el servicio del Señor (Gálatas 1:15).

Considera el tiempo de Pablo en la cárcel. Para ayudarlo a soportar el encarcelamiento, el Espíritu Santo le dio fortaleza física y mental. Y al mismo tiempo, movió el corazón de otros creyentes para suplir sus necesidades (Filipenses 4:18). Lo más importante es que el Espíritu de Dios le dio el valor para hablar de Jesucristo a sus guardias romanos (Filipenses 1:13).

Pablo dependió de Dios para obtener fuerzas y, como resultado, nunca abandonó su fe. Nosotros servimos al mismo Dios todopoderoso, lo que significa que tampoco tenemos excusa para huir de Su plan. Su Espíritu habita en nosotros y está listo para liberar poder cuando obedecemos el llamado de nuestro Padre.

Señor amado, gracias por fortalecerme cuando me siento débil. Ayúdame a depender de Tu Espíritu y a confiar en que Tu poder se perfecciona en mis limitaciones. Dame valentía para obedecer Tu llamado, firmeza para perseverar y sensibilidad para escuchar Tu voz. Que Tu gracia me sostenga cada día y que mi vida sea un testimonio de Tu fidelidad. En el nombre de Jesús. Amén.