Dios no te trajo hasta aquí para dejarte a mitad del camino.
Cuando sientas que las fuerzas se agotan
o que tus pasos no alcanzan, recuerda esto:
Él mismo te levantará y te pondrá en lo alto.
Su gloria será tan evidente en tu vida
que no podrás negarla, y los demás tampoco.
El Señor es quien va delante de ti;
Él estará contigo, no te dejará ni te desamparará.
No temas ni te desalientes.
— Deuteronomio 31:8
No es casualidad que estés leyendo esto hoy…
Dios te dice: Confía, aún no he terminado contigo.
Lo que preparo para ti es mayor de lo que imaginas.