Éxodo 7 – Moisés y Aarón ante Faraón: la vara convertida en serpiente y la primera plaga
Éxodo 7 marca el inicio de los juicios de Dios sobre Egipto.
- La vara de Aarón devorando las varas de los magos muestra que el poder de Jehová es superior a toda magia y fuerza humana.
- El endurecimiento de faraón revela la soberanía de Dios: Él permite que el corazón se endurezca para manifestar su gloria y justicia.
- La primera plaga —el Nilo convertido en sangre— golpea directamente el corazón de Egipto, pues el río era símbolo de vida y divinidad para ellos.
Este capítulo nos recuerda que Dios es Señor sobre toda la creación, y que ninguna fuerza humana o espiritual puede resistirse a su voluntad.
1. Dios confirma a Moisés y Aarón (Éxodo 7:1-7)
- Jehová dice a Moisés:
“Yo te he puesto por dios para Faraón, y Aarón tu hermano será tu profeta” (v.1).
- Aarón será quien hable todo lo que Moisés le diga, y faraón no escuchará, para que Dios multiplique sus señales en Egipto (v.2-4).
- Dios promete sacar a Su pueblo con juicios grandes y mostrar a Egipto que Él es Jehová (v.5).
- Moisés tenía 80 años y Aarón 83 cuando hablaron a faraón (v.7).
2. La señal de la vara convertida en serpiente (Éxodo 7:8-13)
- Jehová ordena a Moisés y Aarón mostrar la señal cuando faraón pida milagro (v.8-9).
- Aarón arroja su vara delante de faraón y se convierte en serpiente (v.10).
- Los hechiceros de Egipto hacen lo mismo con sus artes mágicas, pero la vara de Aarón devora las varas de ellos (v.11-12).
- Aun así, el corazón de faraón se endurece y no escucha (v.13).
3. La primera plaga: las aguas convertidas en sangre (Éxodo 7:14-25)
- Dios anuncia a Moisés que faraón tiene el corazón endurecido y se niega a dejar salir al pueblo (v.14).
- En la mañana, Moisés debe encontrarse con faraón junto al río y advertirle:
“Jehová, el Dios de los hebreos, me ha enviado a ti, diciendo: Deja ir a mi pueblo” (v.16).
- Aarón extiende la vara sobre las aguas de Egipto y todas se convierten en sangre: ríos, arroyos, estanques y hasta el agua en los vasos (v.19).
- Los peces mueren, el río hiede, y los egipcios no pueden beber (v.20-21).
- Los magos también imitan el prodigio, lo cual refuerza el endurecimiento de faraón (v.22).
- Durante siete días permanecen las aguas convertidas en sangre (v.25).
Versículo clave de Éxodo 7:
Y Jehová dijo a Moisés: Mira, yo te he constituido dios para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta. Éxodo 7:1
En este capítulo comienza el enfrentamiento directo entre el poder de Dios y la terquedad de Faraón. Antes de enviar las plagas, el Señor afirma a Moisés dándole una posición de autoridad espiritual: lo constituye “como dios” delante de Faraón, es decir, como representante de la autoridad divina en la tierra. Aarón sería su portavoz, funcionando como profeta que transmitía el mensaje de parte de Dios.
Este versículo nos enseña que cuando Dios nos envía, también nos equipa con la autoridad necesaria para cumplir la misión. Moisés no tenía que temer al faraón porque no iba en su propio nombre, sino en el nombre del Dios Todopoderoso. Así mismo, Aarón no hablaba lo que él quería, sino que transmitía con fidelidad lo que Dios le mandaba.
La lección para nosotros es clara: cuando obedecemos el llamado de Dios, Él nos respalda con su autoridad y poder. No dependemos de nuestra capacidad, sino de su presencia. Nuestra tarea es ser fieles mensajeros, confiando en que su palabra tiene poder para cumplir aquello para lo que fue enviada.
Oración:
Señor, gracias porque cuando me envías también me das tu autoridad y respaldo. Ayúdame a recordar que no dependo de mi fuerza ni de mis palabras, sino de tu poder. Enséñame a ser un portavoz fiel de tu verdad, hablando con valentía lo que pongas en mi corazón. Que, como Moisés y Aarón, viva confiando en que tú eres quien obra y cumple tu propósito. En el nombre de Jesús, Amén.