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Éxodo 23 – Justicia, misericordia y las fiestas solemnes
Éxodo 23 combina justicia, misericordia y promesa:
- Dios exige un pueblo íntegro en la verdad, sin corrupción, favoritismos ni falsos testimonios.
- El descanso sabático y el año sabático recuerdan que la tierra y la vida pertenecen a Dios, y que también los pobres y los extranjeros son objeto de Su cuidado.
- Las fiestas solemnes establecen un ritmo espiritual en la vida del pueblo, recordando la redención, la provisión y la fidelidad de Dios.
- La promesa del ángel muestra que Dios mismo va delante de Su pueblo para guiarlos, protegerlos y cumplir Sus promesas.
Este capítulo nos recuerda que vivir bajo el pacto de Dios es vivir en justicia, compasión y obediencia, confiando en Su presencia para alcanzar la victoria.
1. Leyes de justicia y verdad (Éxodo 23:1-9)
- No darás falso rumor ni te unirás con el impío para ser testigo falso (v.1).
- No seguirás a la multitud para mal ni torcerás el derecho en un pleito (v.2).
- No favorecerás ni al pobre por compasión ni al rico por conveniencia (v.3, 6).
- Si hallas el buey o asno extraviado de tu enemigo, devuélveselo (v.4).
- Si ves el asno de tu enemigo caído bajo su carga, ayúdalo a levantarlo (v.5).
- No matarás al inocente ni al justo, porque Jehová no justificará al malvado (v.7).
- No aceptarás soborno, porque ciega a los sabios y pervierte las palabras del justo (v.8).
- No oprimirás al extranjero, recordando que fuiste extranjero en Egipto (v.9).
2. Leyes sobre el descanso y el año sabático (Éxodo 23:10-13)
- Seis años sembrarás tu tierra, pero en el séptimo la dejarás descansar para los pobres y los animales (v.10-11).
- Seis días trabajarás, y el séptimo descansarás para que tu siervo y los animales repongan fuerzas (v.12).
- Guardarás todo lo que Jehová ha mandado y no invocarás el nombre de dioses ajenos (v.13).
3. Las tres fiestas solemnes (Éxodo 23:14-19)
- Tres veces al año todo varón debía presentarse delante de Jehová:
- La fiesta de los panes sin levadura en el mes de Abib (v.15).
- La fiesta de la siega (Pentecostés), con las primicias de las cosechas (v.16a).
- La fiesta de la cosecha (Tabernáculos) al final del año (v.16b).
- La fiesta de los panes sin levadura en el mes de Abib (v.15).
- Nadie debía presentarse delante de Jehová con las manos vacías (v.15).
- Se ordena dar las primicias de la tierra y no cocer el cabrito en la leche de su madre (v.19).
4. Promesa del ángel de Jehová y conquista de Canaán (Éxodo 23:20-33)
- Jehová promete enviar su ángel para guiar a Israel y llevarlo al lugar preparado (v.20).
- Deben obedecerlo, porque Jehová está en él y no perdonará rebelión (v.21).
- Si obedecen, Jehová será enemigo de sus enemigos y afligirá a los que los afligieren (v.22).
- El ángel los llevará a la tierra de amorreos, heteos, ferezeos, cananeos, heveos y jebuseos, y Jehová los destruirá (v.23).
- No deben inclinarse ante sus dioses ni servirlos, sino destruirlos totalmente (v.24).
- Jehová promete bendecir su pan, su agua, quitar enfermedades, dar larga vida y fecundidad (v.25-26).
- Enviará terror y confusión para que los enemigos huyan, echándolos poco a poco hasta que Israel crezca y pueda ocupar la tierra (v.27-30).
- Establece los límites de la tierra prometida y ordena no hacer pacto con los pueblos ni con sus dioses, para que no sean tropiezo (v.31-33).
Versículo clave de Éxodo 23:
He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado. Éxodo 23:20
En este capítulo, Dios sigue instruyendo a Israel sobre la justicia, el descanso y las fiestas solemnes. Pero también les da una promesa preciosa: enviaría a su Ángel para guiarlos y protegerlos en el camino hacia la tierra prometida. Este no era un viaje fácil, lleno de enemigos y peligros, pero la seguridad del pueblo estaba en que la presencia de Dios iría delante de ellos.
Este versículo nos recuerda que no caminamos solos. Dios no solo nos da mandamientos, también nos da su presencia y cuidado. Él prepara el camino antes de nosotros y nos guarda en medio de las pruebas. El “lugar preparado” para Israel era Canaán; para nosotros, en Cristo, es la vida abundante aquí y la esperanza eterna en la presencia de Dios.
Este pasaje apunta también a Jesús, quien nos prometió en Juan 14:3 que va a preparar lugar para nosotros, y que volverá para llevarnos consigo. Su presencia hoy, a través del Espíritu Santo, es la garantía de que llegaremos al destino final.
Oración:
Señor, gracias porque nunca me dejas caminar solo. Tú vas delante de mí, guardándome y guiándome hacia el lugar que has preparado. Ayúdame a confiar en tu dirección, incluso cuando el camino parece incierto. Que tu presencia sea mi seguridad y mi paz en cada paso. Gracias por Cristo, que me asegura la vida eterna y la victoria sobre todo obstáculo. En el nombre de Jesús, Amén.