Éxodo 10 – Plagas de langostas y tinieblas
Éxodo 10 muestra la intensificación de los juicios y la ceguera espiritual de faraón:
- Las langostas arrasan lo poco que quedaba, mostrando que la obstinación trae ruina total.
- Las tinieblas representan el juicio espiritual: mientras Egipto queda paralizado, Israel vive en luz, recordando que Dios cuida de su pueblo aun en medio del caos.
- Faraón refleja un corazón endurecido que ofrece soluciones parciales, pero no obedece plenamente.
Este capítulo nos recuerda que Dios demanda obediencia completa, no negociaciones a medias, y que solo en Él hay luz en medio de la oscuridad.
1. Octava plaga: langostas (Éxodo 10:1-20)
- Jehová dice a Moisés que ha endurecido el corazón de faraón para mostrar sus señales, a fin de que Israel cuente a sus hijos cómo Dios los sacó con poder (v.1-2).
- Moisés y Aarón anuncian que si faraón no cede, una plaga de langostas cubrirá la tierra, devorando lo que quedó tras el granizo (v.4-5).
- Los siervos de faraón le ruegan que deje ir al pueblo, advirtiendo que Egipto está destruido (v.7).
- Faraón permite que los hombres vayan, pero retiene a mujeres y niños (v.8-11).
- Moisés extiende su vara, y un viento oriental trae langostas que cubren todo Egipto y consumen la vegetación (v.12-15).
- Faraón confiesa su pecado y pide perdón (v.16-17). Moisés ora, y un viento occidental arroja las langostas al Mar Rojo (v.18-19).
- Aun así, Jehová endurece el corazón de faraón y no deja ir a Israel (v.20).
2. Novena plaga: tinieblas (Éxodo 10:21-29)
- Jehová ordena a Moisés extender su mano hacia el cielo, y vienen tinieblas espesas sobre Egipto por tres días (v.21-22).
- Nadie ve a su hermano ni se levanta de su lugar, pero todos los hijos de Israel tienen luz en sus habitaciones (v.23).
- Faraón ofrece dejar ir a todos, pero pide que el ganado quede en Egipto (v.24).
- Moisés responde: “Nuestros ganados irán también con nosotros… porque de ellos hemos de tomar para servir a Jehová” (v.25-26).
- Jehová endurece otra vez el corazón de faraón, quien enfurecido dice:
“Vete de mí; guárdate que no veas más mi rostro, porque en cualquier día que vieres mi rostro, morirás” (v.28).
- Moisés responde: “Bien has dicho; no veré más tu rostro” (v.29).
Versículo clave de Éxodo 10:
y para que cuentes a tus hijos y a tus nietos las cosas que yo hice en Egipto, y mis señales que hice entre ellos; para que sepáis que yo soy Jehová. Éxodo 10:2
En este capítulo, Dios envía la plaga de langostas y la plaga de tinieblas sobre Egipto. Antes de hacerlo, le explica a Moisés y a Aarón el propósito detrás de estas señales: que Israel recordara y transmitiera a las futuras generaciones las obras poderosas de Dios. No se trataba solo de liberar al pueblo en ese momento, sino de dejar un testimonio eterno de quién es Jehová.
El versículo destaca dos razones clave: contar y conocer. Contar a los hijos y nietos lo que Dios ha hecho es parte de la fe bíblica; es el modo en que las nuevas generaciones aprenden que Jehová es Dios. Y conocer al Señor no solo como un concepto, sino como alguien que interviene con poder en la historia, es lo que fortalece la confianza del pueblo en cada tiempo de prueba.
Este pasaje nos recuerda que nuestra fe no debe quedarse en lo personal, sino ser transmitida. Lo que Dios ha hecho en nuestra vida debe ser contado como testimonio para inspirar fe en quienes vienen detrás de nosotros. La memoria de las obras de Dios alimenta la esperanza del futuro.
Oración:
Señor, gracias por las obras poderosas que has hecho a lo largo de la historia y también en mi vida. Ayúdame a recordarlas y a compartirlas con los que vienen después de mí, para que sepan que tú eres Jehová, el Dios verdadero. Que mi boca no calle tu fidelidad y que mis hijos y los hijos de ellos puedan vivir confiados en tus promesas. Haz de mi vida un testimonio vivo de tu grandeza. En el nombre de Jesús, Amén.