Apocalipsis 5 – El Cordero Digno de Abrir el Libro y Desatar sus Sellos
Apocalipsis 5 presenta a Cristo como el Cordero digno de abrir el libro sellado, lo cual simboliza la revelación del plan divino de salvación y juicio para la humanidad.
- El Cordero es descrito como inmolado, lo que resalta su sacrificio en la cruz por la humanidad. Él es el único digno de tomar el libro, lo que demuestra que su sacrificio es suficiente para cumplir el propósito de Dios en la historia del mundo.
La escena de alabanza celestial revela la adoración universal que Cristo, el Cordero, recibe por su sacrificio y su victoria sobre el pecado y la muerte. Todos los seres celestiales reconocen a Cristo como el único digno de recibir poder, gloria, y honra por lo que ha hecho por la humanidad.
Este capítulo nos llama a la adoración reverente y a reconocer la majestad de Cristo, el único que tiene el poder de desatar los sellos del juicio y la redención. Además, nos recuerda que la salvación es posible gracias al sacrificio de Cristo, quien nos ha redimido con su sangre.
- El Libro Sellado en la Mano de Dios (Apocalipsis 5:1-4)
Juan ve en la mano derecha de Dios el Padre un libro sellado con siete sellos. Este libro parece ser el plan divino para el juicio y la redención de la humanidad.
- Un ángel poderoso proclama en voz alta:
«¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?» (v.2) - Sin embargo, ninguno en el cielo ni en la tierra puede abrir el libro ni mirarlo, lo que causa una gran tristeza en Juan (v.3-4). Juan llora porque nadie es digno de revelar el plan de Dios.
2. El Cordero que Abre el Libro (Apocalipsis 5:5-7)
Entonces, uno de los ancianos le dice a Juan que no tema, porque el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido y es digno de abrir el libro y desatar sus sellos (v.5).
- Cuando Juan mira, ve un Cordero (Jesucristo) como inmolado, que tiene siete cuernos (representando su poder absoluto) y siete ojos (representando el Espíritu de Dios enviado por toda la tierra) (v.6).
- El Cordero se acerca al trono, toma el libro de la mano de Dios, y en ese acto, todos los seres celestiales se postran y lo adoran (v.7).
3. La Alabanza al Cordero (Apocalipsis 5:8-14)
- Los 24 ancianos y los cuatro seres vivientes se postran ante el Cordero, y cada uno tiene un arpa y tazas de oro llenas de incienso, que representan las oraciones de los santos (v.8).
- Ellos cantan un nuevo cántico al Cordero, proclamando que es digno de tomar el libro y abrir sus sellos porque Él fue inmolado y nos redimió para Dios con su sangre, de todas las tribus, lenguas, pueblos y naciones (v.9-10).
- Este acto de redención los hace reyes y sacerdotes para Dios, y reinarán sobre la tierra (v.10).
4. La Alabanza Universal al Cordero (Apocalipsis 5:11-14)
- Juan ve a millones de ángeles alrededor del trono, y la voz de muchos seres vivos y ancianos, que alaban y adoran al Cordero.
“Digno es el Cordero que fue inmolado de recibir poder, riquezas, sabiduría, fortaleza, honra, gloria y alabanza.” (v.12)
- Toda criatura en el cielo, en la tierra, bajo la tierra y en el mar se une en la alabanza a Dios y al Cordero, diciendo:
“Al que está sentado en el trono y al Cordero sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.” (v.13)
- Los cuatro seres vivientes responden “Amén”, y los 24 ancianos se postran y adoran al que vive por los siglos de los siglos (v.14).
Versículo clave de Apocalipsis 5:
Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios de todo linaje, y lengua, y pueblo, y nación. Apocalipsis 5:9
Este versículo describe una gran alabanza celestial en honor a Cristo, quien es digno de recibir la adoración porque Él fue inmolado por nuestros pecados. Con Su sacrificio, Jesús nos ha redimido y nos ha hecho parte de Su pueblo, un pueblo que es reconocido por su fe en Él, sin importar raza, lengua o nación. A través de Su sangre, Cristo ha alcanzado la salvación para todos.
Este pasaje nos recuerda el precio de nuestra salvación y la gloria de Cristo como el Cordero inmolado. Nos desafía a reconocer la obra redentora de Cristo y a vivir con gratitud, sabiendo que Él ha hecho posible nuestra reconciliación con Dios.
Este versículo también subraya la universalidad de la salvación: el evangelio no está limitado por ninguna barrera humana. Cristo redime a todo aquel que cree, sin importar su trasfondo.
Oración:
Señor Jesús, gracias por tu sacrificio en la cruz, por la sangre derramada que me redimió. Ayúdame a vivir cada día con un corazón agradecido por tu inmenso amor. Que mi vida sea un testimonio de Tu gracia, sabiendo que Tu sacrificio me ha hecho parte de Tu pueblo eterno. En el nombre de Jesús, Amén.