Así te dice Dios:
Haré justicia, te devolveré con gozo lo que te quitaron… y te multiplicaré lo que perdiste.
Joel 2:25
Hay pérdidas que dolieron más de lo que pudiste decir…
pero Dios no olvida ni una sola de tus lágrimas. Él es experto en restaurar lo que fue arrebatado;
en dar propósito a lo que parecía perdido,
y en llenar de gozo los vacíos que dejó el dolor.
Tal vez sientas que has perdido demasiado: tiempo, sueños, relaciones, estabilidad, paz…
Y hay momentos en los que duele ver cómo otros avanzan, mientras tú recoges los pedazos de algo que una vez te perteneció.
Pero escúchalo con el alma: Dios no se ha olvidado de ti.
Él vio cuando te arrebataron lo que tanto amabas,
Él conoce las noches en que lloraste sin entender.
Él escuchó las oraciones que hiciste con el corazón hecho trizas.
Y ahora te promete algo que solo Él puede cumplir:
- Justicia donde hubo injusticia.
- Gozo donde hubo tristeza.
- Multiplicación donde solo ves pérdidas.
No es el final… es el comienzo de algo mejor.
Lo que viene será tan hermoso que sanará incluso el recuerdo de lo que dolió.