La fe no quita las pruebas… pero te da la fuerza para resistir, seguir y vencer con Dios a tu lado.
La fe no significa que no habrá pruebas en la vida.
Significa que tendrás la fortaleza para enfrentarlas sin rendirte. Porque la fe nos sostiene, nos impulsa y nos recuerda que con Dios a nuestro lado, ninguna batalla es demasiado grande.
Cree, resiste y sigue adelante… porque no estás solo.