Versículo:
¿Son hebreos? Yo también. ¿Son israelitas? Yo también. ¿Son descendientes de Abraham? También yo. ¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. 2 Corintios 11:22-23
Comentario:
¿Hay algo que te impida sentirte seguro del amor de Dios? Tal vez estés convencido de que algún pecado de tu pasado bloquea Sus cuidados y Su compasión. Si es así, piensa en Pablo. Antes de convertirse, persiguió violentamente a los cristianos. Sin embargo, después de encontrar a Cristo, vivió con plena certeza de que Dios lo amaba. Si un hombre con ese historial pudo estar seguro del amor divino, ¿no te ayuda eso a creer que tú también eres profundamente amado?
Sea cual sea la experiencia que te inquieta, probablemente Pablo enfrentó algo similar. Aun así, nunca dejó de proclamar su mensaje de esperanza: que Dios nos ama y envió a Su Hijo para morir en la cruz por nuestros pecados (Juan 3:16). Aunque lo que enfrentas sea injusto, doloroso o vergonzoso, el simple hecho de que haya ocurrido no significa que Dios haya dejado de amarte. A veces enfrentamos dificultades porque Él está puliendo nuestras asperezas y formándonos a la imagen de Cristo. En otras ocasiones, el Señor permite ciertas pruebas iniciadas por Satanás. Pero en cualquier caso, Dios está obrando para nuestro bien, de acuerdo con Su propósito particular para cada creyente.
La clave para aceptar la verdad del amor incondicional de Dios es esta: enfoca tu corazón en Él, no en las circunstancias. Cuando aprendes de Él, hablas con Él y compartes tu vida con Él, la confianza sustituye la duda, y la fe desplaza el temor.
Oración:
Señor, ayúdame a creer en tu amor sin condiciones, incluso cuando mis circunstancias o pensamientos me digan lo contrario. Libérame de la culpa del pasado y del temor al futuro. Enséñame a verte a ti por encima de todo y a confiar en que estás obrando para mi bien. Forma mi carácter, fortalece mi fe y recuerda a mi corazón que nada puede separarme de tu amor. En El Nombre de Jesús, Amén.