Hay mesas que te llenan, y mesas que te vacían.
Con el tiempo aprendemos que no todas
las conversaciones alimentan el alma, y que
no todos los grupos impulsan tu propósito.
Si hoy necesitas una señal, que sea esta:
siéntate donde se hable de Dios, de
visión, de crecimiento y de sueños.
Siéntate donde tu esencia sea respetada,
donde tu corazón descanse y
donde puedas florecer sin miedo.
La vida es demasiado valiosa para invertirla
en lugares donde solo se habla de otros,
pero nunca se construye nada.
Rodéate de personas que eleven tu fe, tus
metas y tu carácter. Personas que celebren
tu proceso, no que cuestionen tu valor.
El que anda con sabios, sabio será.
Proverbios 13:20