Versículo diario comentado: Hebreos 4:15-16

Publicado por

Versículo:

Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Hebreos 4:15-16

Comentario:

Aunque la tecnología nos permite estar conectados, muchos siguen experimentando soledad. La verdadera solución para sanar ese vacío es una relación íntima con el Señor.

Cuando Dios estaba por crear a Adán, dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen” (Génesis 1:26). La humanidad fue creada para tener comunión con el Padre. Adán y Eva disfrutaron de una relación cercana con Él, pero su desobediencia creó una separación. Desde ese momento, cada persona nacería marcada por el pecado y alejada de Dios (Isaías 59:2). Sin embargo, por amor, el Señor preparó un camino para restaurar esa relación.

Jesús cargó nuestros pecados cuando murió en el Calvario, borrando para siempre la mancha del pecado. Quien confía en Su sacrificio recibe perdón y puede cruzar el abismo que separaba al ser humano de Dios. Cada creyente es reconciliado, es decir, restaurado inmediatamente a una relación correcta con el Padre.

Estar reconciliados con Dios significa que nunca estamos solos (Deuteronomio 31:6). Aunque podamos sentir soledad a veces, Su Espíritu Santo, que habita en nosotros (Juan 14:17), es nuestro compañero constante y consuela nuestro corazón.

Oración:

Padre amado, gracias por reconciliarme contigo a través de Jesús. Cuando la soledad toque mi vida, recuérdame que nunca estoy separado de Tu presencia. Llena mi corazón de consuelo, paz y certeza de que Tu Espíritu vive en mí. Ayúdame a buscarte con sinceridad, a descansar en Tu amor y a caminar confiado sabiendo que jamás me abandonarás. Te lo pido en el nombre de Jesús, amén.