Biblia Devocional en 1 Año: Números 4

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Números 4 – Las funciones de los levitas en el transporte del tabernáculo

Números 4 muestra la organización, reverencia y cooperación que debían regir en el servicio al Señor.
Cada grupo levítico tenía una responsabilidad específica, y todo debía hacerse bajo orden divino, con precisión y respeto.

Los coatitas cargaban lo más sagrado, pero no podían tocarlo; los gersonitas transportaban las cubiertas; los meraritas, las estructuras.
Así, cada familia contribuía a que la presencia de Dios siguiera con Su pueblo en cada jornada.

Este capítulo enseña que en el servicio a Dios no hay tareas pequeñas ni insignificantes: cada detalle cuenta cuando se hace para Su gloria.
La santidad del tabernáculo exigía obediencia exacta; el descuido podía costar la vida.
Del mismo modo, los creyentes hoy somos llamados a servir con reverencia, excelencia y respeto por lo santo.

Cristo es ahora nuestro Sumo Sacerdote y Tabernáculo viviente (Hebreos 9:11-12).
Y como miembros de Su cuerpo, cada uno tiene una función vital —ya sea visible o discreta— en el avance de Su Reino.
El secreto está en servir donde Dios nos ha puesto, con humildad, fidelidad y corazón agradecido.

1. Propósito del censo levítico (Números 4:1-4)

  • Jehová habla a Moisés y Aarón para realizar un nuevo censo de los levitas, pero esta vez no de todos, sino de los que estaban en edad de servir activamente.
  • Debían contarse los hombres de 30 a 50 años, los aptos para trabajar en el servicio del tabernáculo del testimonio (v.2-3).
  • Cada familia de Leví recibiría tareas específicas relacionadas con el transporte y el cuidado de los objetos sagrados.

2. Responsabilidad de los coatitas (Números 4:4-20)

  • Los coatitas, descendientes de Coat, eran responsables de los objetos más santos (v.4).
  • Cuando el campamento debía partir, Aarón y sus hijos cubrían primero los utensilios del santuario:
    • El arca del testimonio con el velo y pieles finas (v.5-6).
    • La mesa de los panes de la proposición, el candelero, los altares y los utensilios del servicio (v.7-14).
  • Después de cubrir todo, los coatitas podían entrar para transportar los objetos sagrados (v.15).
  • Si entraban antes o tocaban algo sin cubrir, morirían, porque solo los sacerdotes podían manipular directamente los objetos santos.
  • Eleazar, hijo de Aarón, supervisaba su trabajo y cuidaba del aceite, el incienso y las ofrendas (v.16).
  • Dios advierte a Moisés y Aarón que protejan la vida de los coatitas, asegurando que trabajen con reverencia (v.17-20).

3. Responsabilidad de los gersonitas (Números 4:21-28)

  • Los gersonitas eran responsables de las cortinas, toldos, cubiertas, cuerdas y telas del tabernáculo (v.24-26).
  • Estaban bajo la supervisión de Itamar, hijo de Aarón (v.28).
  • Transportaban lo que cubría y rodeaba el tabernáculo, asegurando que la morada de Dios estuviera protegida durante el viaje.

4. Responsabilidad de los meraritas (Números 4:29-33)

  • Los meraritas cuidaban las estructuras y partes pesadas: las tablas, columnas, basas y barras (v.31-32)
  • Cada pieza debía ser transportada con precisión y orden, según las instrucciones recibidas (v.32).
  • Ellos también estaban bajo la dirección de Itamar (v.33).
  • Su trabajo, aunque físico y arduo, era fundamental para sostener la casa de Dios.

5. Censo total de los levitas en servicio (Números 4:34-49)

  • Moisés, Aarón y los jefes de Israel censaron a los levitas entre 30 y 50 años:
    • Coatitas: 2,750 hombres (v.36).
    • Gersonitas: 2,630 hombres (v.40).
    • Meraritas: 3,200 hombres (v.44).
  • El total fue de 8,580 hombres aptos para el servicio (v.48).
  • Cada uno debía desempeñar su tarea “según su oficio y su carga” (v.49).
  • Nadie podía tomar un trabajo que no le correspondía, porque Dios mismo asignó las funciones a cada familia.

Versículo clave de Números 4:

Este será el oficio de los hijos de Coat en el tabernáculo de reunión: cuidar de las cosas santísimas. Números 4:4 

En este capítulo, Dios da instrucciones específicas sobre las tareas de las familias levíticas de Gersón, Coat y Merari, quienes debían encargarse del transporte y cuidado de los elementos del tabernáculo. Cada familia tenía una función distinta, y todo debía hacerse con precisión y reverencia. En particular, los hijos de Coat tenían la responsabilidad de cargar los objetos más sagrados —el arca, el altar y los utensilios del santuario—, pero solo después de que los sacerdotes los cubrieran.

El versículo clave resalta la importancia del servicio santo: cuidar de las cosas más sagradas era una tarea de gran responsabilidad y debía hacerse con obediencia exacta. Esto nos enseña que servir a Dios no es un acto común, sino un privilegio que requiere respeto, orden y consagración.

De manera espiritual, cada creyente ha recibido una tarea dentro del cuerpo de Cristo. Algunos roles son visibles, otros más discretos, pero todos son importantes. Dios nos llama a servir con excelencia y cuidado, reconociendo que lo que manejamos —su Palabra, su presencia, su obra— es santo.

Oración:

Señor, gracias por darme el privilegio de servirte en tu obra. Ayúdame a hacerlo con reverencia, obediencia y amor, reconociendo que lo que tú me confías es sagrado. Que no descuide mi responsabilidad ni busque reconocimiento, sino que te honre en cada detalle. Santifica mis manos y mi corazón para servirte con fidelidad. En el nombre de Jesús, Amén.