Publicado por Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad? Deuteronomio 10:12-13
La Biblia suele describir la vida cristiana como una caminata. Habla de andar en el Espíritu, andar en los caminos de Dios, y andar en amor y en verdad. Esto significa que nuestra vida espiritual no debe ser estática, sino que debe desarrollarse continuamente, reflejando cada vez más la naturaleza de Jesús.
Si sientes que últimamente estás retrocediendo en lugar de avanzar, aquí tienes cinco pasos para corregir tu rumbo espiritual:
- Recuerda que Dios cumple todas Sus promesas.
La Palabra de Dios contiene una gran cantidad de promesas para Sus hijos: sabiduría, paz, provisión, Su presencia constante y dirección. Aférrate a esas promesas y confía en Su fidelidad. - Anticipa la respuesta del Padre.
Vive con una expectativa santa. Cuando oras y confías en Dios, hazlo creyendo que Él responderá conforme a Su voluntad perfecta. La fe expectante abre el camino a la bendición. - Reconoce la presencia de Dios en tu vida cada día.
Al dedicar tiempo a la lectura de la Palabra y a la oración, te vuelves más sensible a Su obrar. Aprendes a ver cómo Él interviene en los detalles más pequeños de tu jornada. - Ora con valentía.
Acercarte al Padre con confianza no es orgullo, sino una manifestación de tu fe en Su amor. “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (Hebreos 4:16). - Obedece la guía del Espíritu Santo.
El Señor nos ha dado Su Espíritu para dirigirnos personalmente y mostrarnos Su voluntad. Jesús dijo: “El Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, os enseñará todas las cosas” (Juan 14:26; véase también Juan 14:17).
Reflexión:
Dios promete formar en Sus hijos una belleza espiritual a lo largo de toda su vida. ¿Cómo puedes cooperar con Su obra en ti hoy? Da cada paso confiando en Su guía y deja que Él te transforme mientras caminas con Él día a día.
Señor, gracias por caminar conmigo cada día. Enséñame a confiar en Tus promesas, a esperar con fe, a buscar Tu presencia, a orar con valentía y a obedecer Tu Espíritu. Que cada paso que dé me acerque más a Ti. En El Nombre de Jesús, Amén.
